Después de las fuertes disputas de 2016, la Caja de Profesionales elegirá mañana sus nuevas autoridades

Mañana se realizará la elección de autoridades de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (CJPPU) y la disputa es grande. Para integrar el Directorio hay 12 listas en el orden de los activos, un número inédito que muestra la fragmentación de los profesionales. La cantidad de listas en el orden de pasivos también es alto: son ocho. El Directorio está integrado por siete miembros: dos designados por el Poder Ejecutivo y cinco electos por los afiliados, que son los que se disputan: cuatro están reservados para los activos y uno para los pasivos.

Las 12 listas –o sublemas– de activos se agrupan en cinco lemas: “Todos por la Caja”, “Agrupación universitaria del Uruguay”, “El orden profesional”, “Gestión eficiente y transparente” y “Alternativa profesional”. Los lemas en el orden de pasivos también son cinco: se repiten los primeros cuatro mencionados en los activos, pero en lugar de “Alternativa profesional”, está el lema “Afiliados de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales”.

Entre la 5 y la 6

Una de las favoritas es la lista 5, denominada informalmente “Intergremial” (el sublema es “Profesionales por la sustentabilidad de la CJPPU”), que está dentro del lema Agrupación Universitaria del Uruguay (que conforman otros dos sublemas). La lista 5 es encabezada por el contador Marcelo Marchesoni, quien es suplente de Álvaro Correa, actual presidente de la Caja de Profesionales. Es apoyada por la Asociación de Ingenieros del Uruguay, un grupo de contadores, y la agrupación Fosalba del Sindicato Médico del Uruguay (SMU). Correa y Marchesoni también integraban la llamada “Intergremial” en 2013, en aquel entonces identificada como la lista 4, llamada “Juntos para profundizar los cambios”, y que contaba con buena parte de las asociaciones más numerosas de profesionales: la Asociación Odontológica del Uruguay, el SMU, la Federación Médica del Interior (Femi), el Colegio de Abogados, la Asociación de Ingenieros del Uruguay y el Colegio de Contadores; esta lista había obtenido dos de los cuatro cargos del directorio.

Pero la polémica gestión provocó fracturas en el colectivo de la lista 4, y eso explica, en parte, la diversidad de listas que se disputarán los cargos durante los próximos cuatro años. La Femi, el Sindicato Anestésico Quirúrgico, la Federación Odontológica del Interior, la Asociación Odontológica del Uruguay, médicos de las agrupaciones Gremialismo Auténtico e independientes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) y algunos abogados se escindieron de aquella Intergremial y formaron la lista 6, que está dentro del lema “Gestión eficiente y transparente”, que es la otra favorita en estas elecciones y se presenta como oposición al oficialismo.

En diálogo con la diaria, Marchesoni habló del momento de la ruptura, que ocurrió en junio de 2016, cuando el directorio resolvió reducir las prestaciones complementarias que cobraban los pasivos, provocando, además, un fuerte quiebre entre activos y pasivos (estos últimos fueron los más perjudicados por los cambios). Desde el oficialismo, Marchesoni defiende la reforma, que quitó a los pasivos el complemento de salud (cuota mutual que se pagaba a quienes no integraban el Fondo Nacional de Salud, situación que ya no ocurre), un fondo adicional destinado a la compra de medicamentos, el aguinaldo a fin de año y –la quita más importante– la rebaja de la tasa de reemplazo, de 60% a 50%. Marchesoni detalló qué significa ese cambio: comentó que la ley establece que para jubilarse es necesario tener 30 años de aportes y 60 de edad, y que con esa causal, la persona se jubila con 50% del promedio de lo que aportó en los últimos tres años.

Pero en 2004, el directorio encabezado por el contador Hugo Martínez Quaglia (que encabeza la lista 10 en el orden de pasivos) aprobó dar un aumento de 10%, que implicó pasar a cobrar 60% de lo aportado en los últimos tres años.

Marchesoni reclama que las prestaciones que se quitaron tenían un costo anual de 30 millones de dólares (900 millones de pesos) y que no podían mantenerse con el actual costo operativo, que ha sido negativo en los últimos tres años y no podrá revertirse, considerando que se permitió a los profesionales que se detuvieran en la segunda categoría de aportes. Defendió la medida, porque permitió estirar el patrimonio positivo de la Caja de Profesionales de diez a 15 años, que debería estar previsto por los próximos 20 años. “Nos postulamos para mantener la sostenibilidad del instituto”, defendió Marchesoni, que sacó a relucir la historia del grupo y el trabajo emprendido hasta ahora.

La lista 6 es encabezada por el médico cirujano Gonzalo Deleón, oriundo de Paysandú. Bajo el lema “Por la salud de la Caja”, el grupo señala “un problema severo de gestión del actual Directorio” y marca que “la solución no debería pasar por el aumento de los fictos que deben aportar sus afiliados, como tampoco por recortar beneficios a los pasivos, ni a mediano ni a largo plazo”. La lista 6 propone “establecer un plan de recuperación de adeudos que permita a la Caja bajar la morosidad”, que es de 700 millones de dólares, hacer una campaña masiva de afiliación de profesionales recién egresados y controlar las declaraciones de no ejercicio. Postula, además, “impulsar una gestión más austera, moderna y eficiente” y acusa que el actual Directorio “despidió a un gerente que ganaba 100.000 pesos para tomar a otro por 539.000 pesos”.

Para Marchesoni “es imposible” cobrar los 700 millones de dólares que se arrastran desde hace décadas. El candidato defendió los sueldos de los gerentes, porque generan “resultados positivos” y responden a las órdenes del Directorio, y señaló que el tema es que toda la escala de sueldos en la Caja de Profesionales es alta. “Cualquiera que diga que va a asumir en la Caja y va a bajar los sueldos es un demagogo”, acusó.

Pese al revuelo mediático provocado en 2016 y a los serios problemas que se vislumbran, Marchesoni comentó que ve a los afiliados “muy apáticos”. En la elección de 2013 votó 8% del total de habilitados. Calculó que los números ahora serán similares, aunque deseó que se alcance el 10% del padrón, algo que hasta ahora nunca ocurrió.