Esta mañana comienza el tratamiento en comisión del proyecto de ley de Rendición de Cuentas en la Comisión de Hacienda integrada con la de Presupuesto de la Cámara de Diputados. A las 10.00 el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Danilo Astori, en conjunto con las autoridades de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, presentará el articulado a los diputados. Esta Rendición de Cuentas es atípica para la bancada oficialista, que por primera vez no tiene las mayorías aseguradas para aprobarla. Por eso, varios diputados del Frente Amplio (FA) quieren comenzar a debatir eventuales modificaciones o redistribuciones en la interna, para no demorar la negociación con la oposición.

“El primer artículo es la votación en general”, advirtió Alejandro Sánchez, diputado del Movimiento de Participación Popular. En esa instancia el FA precisa el famoso voto 50. “Tenemos que tener mayor velocidad en el tratamiento de la bancada del Frente y comenzar la negociación hacia afuera”, opinó Sánchez. Con respecto a los legisladores de la oposición dijo que “hay que negociar con todos, hasta con el que se descuide”, ya que, si bien el principal voto es el general, para la votación de cada artículo en particular también será necesario “armar como un tetris, ir construyendo mayorías con cada artículo”.

El lunes 3 de julio seguramente comience a funcionar un ámbito en la bancada para discutir la Rendición de Cuentas, explicó el diputado del Partido Comunista Gerardo Núñez. “Hay un esfuerzo muy importante por cumplir los objetivos programáticos, pero para desarrollar plenamente esos componentes vamos a necesitar mayores recursos para atender la educación pública y una política más ofensiva en materia de vivienda”, planteó. El diputado destacó que mientras que el año pasado “teníamos un escenario de recortes y postergaciones en la inversión en materia educativa, este año arrancamos la discusión con 5% del PIB para la educación pública”, pero consideró que de todas formas van a faltar “unos 600 millones de dólares, de acá a 2020, para alcanzar el 6%, unos 200 millones de dólares por año”. Para Núñez, “en un escenario en el que se mantenga la actual asignación no se va a alcanzar el objetivo”, por lo que planteará en la bancada, no de cara a esta Rendición de Cuentas, pero sí para las próximas, “abordar la discusión en torno a la necesidad de ampliar el espacio fiscal”. “Transitar un debate y discusión, este año y el próximo, en torno a una política tributaria que logre gravar más a los sectores de la mayor riqueza del país y volcar esos recursos a las áreas prioritarias”, profundizó, y mencionó algunas alternativas planteadas anteriormente, entre ellas modificar el Impuesto al Patrimonio y gravar con IVA a los juegos de azar.

José Querejeta, uno de los diputados que se alejaron de Compromiso Frenteamplista y están formando un nuevo sector, consideró que la Rendición de Cuentas “está muy sólida y muy blindada”. Explicó que no comparte “la forma en que se dio: la tendríamos que haber tenido mucho antes, para tener tiempo para negociar el voto 50, y el Ejecutivo para tener tiempo para negociar con los sindicatos”. “Cuando no tenés el dinero suficiente, lo que no podés es no tener diálogo”, opinó. El parlamentario dijo que le preocupa que, si bien durante la negociación con los sindicatos el Poder Ejecutivo manifestó su voluntad de destinar 1.750 millones de pesos a remuneraciones de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP), finalmente el proyecto “nos llegó con 1.500 millones”, es decir, la primera propuesta del Ejecutivo, ya que no se alcanzó un acuerdo con los gremios de la educación. “Hubiésemos preferido que llegara con los 1.750 millones”, afirmó Querejeta, ya que si el tiempo permitía alcanzar un acuerdo con los sindicatos se contaba con esos recursos y, de lo contrario, se podían redistribuir.

Querejeta lamentó que el proyecto no contenga “algunos aportes de los sectores”, como la propuesta de regular el juego online, que presentó al MEF. “Lo conversamos con Economía, y se dijo que está pendiente de aprobación el proyecto de ley sobre juegos de azar, pero el proyecto está trancado hace un año en la Comisión de Hacienda, y mientras seguimos perdiendo todos, es plata que se va al exterior cuando acá nos falta”, señaló.

Núñez consideró que la redistribución de recursos es una alternativa, pero opinó que el margen “es absolutamente acotado, muy reducido”, ya que los únicos aumentos son para la educación y para cubrir el acuerdo con los funcionarios judiciales. Además, el diputado dijo que la redistribución “no siempre se ha resuelto adecuadamente; las dos veces que se abrió esta discusión, en 2015 y en 2016, siempre se afectó la política social, y en la globalidad del gasto social no se mueve la aguja”.

Para Alfredo Asti, diputado de Asamblea Uruguay, el proyecto es “un equilibrio muy fino entre el cumplimiento del programa y de las obligaciones que hay que cubrir”, aun en un escenario “con grandes incertidumbres, que no permite arriesgar más de lo que se puede estar seguro de realizar”. Asti reconoció que en todas las Rendiciones de Cuentas “alguna modificación siempre se busca”, pero acotó que en este caso el proyecto “es mucho más restrictivo”: “Los ministerios nos han dicho que no les saquemos nada, porque no tienen posibilidades de seguir renunciando a parte de su presupuesto”.