Varios medios de prensa de Estados Unidos dan como un hecho que ese país se retirará de los acuerdos de París sobre cambio climático, destinados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global. Desde la Unión Europea han criticado fuertemente esta posibilidad. “Tenemos que darle duro a [el presidente estadounidense] Donald Trump antes de que Europa empiece a ser gobernada por idiotas similares que van a cometer desastres similares. Hay que aprovechar la superioridad moral mientras dure”, aseguró un integrante de la diplomacia europea.

Contrariamente a lo que se esperaba, Trump no respondió a las críticas con nuevas críticas a los acuerdos de París, sino que deslindó responsabilidades acerca de la decisión que terminará tomando. “En esto no tengo nada que ver. Yo solamente hago lo que [el presidente ruso] Vladimir Putin me ordena. Obedecerlo es parte del trabajo que me dio el gobierno ruso para presidir el gobierno de Estados Unidos. Soy un simple empleado”, declaró en una entrevista concedida a la cadena de televisión CNN. Rusia tiene una de las principales reservas del mundo de carbón y petróleo, por lo que un recorte global de las emisiones de gases de efecto invernadero podría perjudicar a su industria.

Algunos analistas y funcionarios diplomáticos de las principales potencias mundiales se mostraron “algo sorprendidos” por las declaraciones de Trump, ya que implican una aceptación de que el gobierno ruso controla al mandatario estadounidense, algo sobre lo que mucho se ha especulado, pero sin que hasta la fecha se hayan encontrado pruebas concluyentes. De todas maneras, una fuente de la cancillería británica dijo que las revelaciones de Trump “no le sorprenden” y que, además, “no tendrán ningún efecto”, ya que “desde que arrancó la campaña electoral viene hablando con una honestidad salvaje y no hace otra cosa que crecer y crecer”. “Los tiempos en que las declaraciones de Trump podían escandalizar a alguien ya pasaron”, sostuvo.