El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y la industria cárnica son optimistas en cuanto a que Estados Unidos finalmente habilite la importación de carne ovina con hueso proveniente de Uruguay. El director de los Servicios Ganaderos del MGAP, Eduardo Barre, explicó a la diaria que la autoridad sanitaria estadounidense realizó un análisis de riesgo, aprobándolo “sin que sea necesaria ninguna modificación al protocolo”. Ahora la espera es por “la definición política”. “Estamos esperando esa decisión. Incluso ya se hizo la consulta pública para este tipo de importaciones, y también se pasó esa etapa. Falta la última, y creemos que se pueda lograr”, sostuvo.

Gastón Escayola, vicepresidente del frigorífico San Jacinto –empresa fundamental en el negocio cárnico del sector ovino uruguayo– cree que el gobierno estadounidense no tendrá más alternativa que rubricar la habilitación. “Lo pudo haber hecho hace cuatro meses, o hace seis meses, pero con mala suerte nos tocó la transición. De todos modos, para [Donald] Trump no debemos ser una gran amenaza. Debe tener líos más grandes entre los propios y creados. Nos va a tener que habilitar”.

Los principales destinos de la carne ovina uruguaya son Brasil y China. En el país sudamericano se consumen fundamentalmente los cortes más caros que exporta Uruguay. “Sobre todo en restaurantes de San Pablo”, explicó Escayola. En el caso de China, allí se colocan “desde el [corte] más barato al más caro”.