La del lunes no fue la primera discrepancia entre el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori. En el debate previo a la elaboración del proyecto de ley de reforma de la Caja Militar, hoy a estudio de la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social de la Cámara de Senadores, Astori se inclinaba por reducir aun más los beneficios jubilatorios de los que gozan los militares, mientras que Murro prefería un cambio no tan radical. En aquella instancia, el presidente Tabaré Vázquez respaldó la propuesta del ministro de Trabajo, que en líneas generales fue la que se envió al Parlamento.

Algo similar sucedió el lunes, cuando luego de una discusión en el Consejo de Ministros, y en un gesto nada habitual, Vázquez salió de la Torre Ejecutiva para anunciar una solución para los “cincuentones” perjudicados por el régimen de las AFAP. En la reunión del gabinete, según señalaron fuentes del Ejecutivo a la diaria, Vázquez se alineó con la propuesta de Murro. Cuando salió para comunicar la noticia a la puerta de la Torre Ejecutiva, donde lo aguardaban decenas de manifestantes, los vítores fueron para Vázquez, pero también para Murro. En los debates en la interna del gobierno previos al anuncio, Murro mostró un alto grado de sintonía con las propuestas de la representación de los trabajadores en el Banco de Previsión Social (BPS) y trabajó en coordinación con los representantes del Ejecutivo en el BPS.

Del otro lado, en el Ministerio de Economía y Finanzas existe preocupación por la erogación que implicará para el Estado la salida que se implemente. Desde la cartera estiman que supondrá un egreso de 3.500 millones de dólares que el Estado deberá afrontar en los próximos 30 años, indicaron las fuentes. Según los datos de los asesores de la representación de los trabajadores en el BPS, esta cifra representaría solamente los egresos, y no tomaría en cuenta el ingreso inmediato de 1.400 millones de dólares que suponen los ahorros de los “cincuentones” que se trasladarían de las AFAP al BPS. Este ingreso supondría un alivio en el corto plazo de las transferencias de Rentas Generales para cubrir el déficit del BPS, por lo que la medida sería superavitaria. Claro que diez años después habrá que empezar a hacer frente a las jubilaciones de los cincuentones que ingresen al BPS.

Ahora una comisión interministerial definirá los detalles de la solución, ya que Vázquez sólo anunció la intención del gobierno. Uno de los puntos a definir es cuándo la persona podrá tomar la opción de desafiliarse de la AFAP y pasar al BPS, si ahora o cuando se jubile. La primera opción fue la propuesta por la representación de los trabajadores en el BPS. Contempla un período de dos años para que la persona se asesore y valore si quiere permanecer en el régimen mixto o jubilarse por el régimen de transición.

En cuanto a la segunda opción, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado emitió un comunicado el lunes en el que recuerda, precisamente, que el diputado de esa colectividad Conrado Rodríguez presentó un proyecto de ley en 2015 que contempla la posibilidad de que los cincuentones elijan recién al jubilarse. “Esto favorece al trabajador porque difiere su decisión hasta el final, con cartas vistas de su situación particular, lo que le permite acceder a la mejor jubilación. De tener que hacer la opción antes, como lo establece el anteproyecto del BPS, el trabajador se perderá la oportunidad de tener una mejor jubilación”, sostuvo el CEN colorado.