Entre el 20 y el 22 de mayo se realizó el séptimo Congreso Uruguayo de Educación Matemática. Allí se presentaron conferencias, talleres, minicursos y comunicaciones breves para docentes de matemática de todos los niveles de primaria, enseñanza media secundaria y para estudiantes de profesorado de matemática de todo el país.

Contó con la presencia de profesionales en educación matemática reconocidos internacionalmente, como los doctores Abraham Arcavi (Israel), Ricardo Cantoral (México), Carmen Sessa, Horacio Itzcovich, Patricia Sadovsky, Betina Duarte (Argentina), Cecilia Calvo (Uruguay-España), Celina Abar, Claudia Oliveira (Brasil), Isabel García Martínez (Uruguay-Chile) y Cristina Ochoviet, Mónica Olave, Verónica Molino (Uruguay).

Estos eventos son muy importantes, porque en ellos se muestran nuevas prácticas, experiencias de éxito, y se presentan nuevas investigaciones en didáctica de la matemática. Las actividades son dictadas de forma voluntaria y sin ninguna otra contrapartida que el gusto por la educación y la matemática. Estos destacados docentes lo hacen porque para un docente es intrínseco el gusto por transmitir conocimiento y expandir el propio, aunque muchas veces tengan que robarles tiempo a sus familias o a su tiempo de descanso, como en esta oportunidad, que fue durante un fin de semana largo.

Sería imposible hacer un resumen de todas las ponencias, pero podemos enumerar algunos pequeños puntos de las conferencias plenarias:

• Ricardo Cantoral nos habló de cómo México mejoró en las pruebas PISA y qué acciones han llevado a cabo para lograr este cambio.

• Abraham Arcavi nos comentó sobre “la matemática de otro mundo” y nos hizo conocer qué tan diferente es la educación primaria en Japón, pero además nos hizo reflexionar sobre aspectos centrales de las clases de aula y las tradiciones docentes.

• Carmen Sessa relató su investigación sobre la incorporación de la computadora al trabajo con funciones en secundaria.

• Betina Duarte habló de la resolución de problemas en la clase de matemática.

• En una videoconferencia desde España, Cecilia Calvo Pesce nos invitó a descubrir patrones sobre cómo estimular la dimensión comunicativa de la matemática. También argumentó sobre la riqueza que se encuentra en el planteo de conjeturas y la elaboración de justificaciones.

• Cristina Ochoviet y Sebastián Parodi Escobal nos comentaron sobre su trabajo “Un estudio acerca de los significados del signo de igual en la entrada al álgebra”, una investigación en didáctica de la matemática en Uruguay realizada por docentes uruguayos.

• Patricia Sadovsky habló de la enseñanza de la matemática en el marco del trabajo colaborativo entre investigadores y grupos de maestros de escuela primaria.

Además de estas conferencias hubo 30 talleres y minicursos. En estas actividades, los docentes repensamos prácticas o tomamos el rol de alumnos para ver cómo funcionan ciertas actividades o experiencias de aula. También hubo talleres sobre la inclusión de la tecnología en el aula, en concreto sobre cómo usar software educativo y nuevas plataformas. En suma, se presentaron cerca de 30 comunicaciones breves, una mesa redonda, unas cuantas conferencias regulares y pósters con contenido sobre educación matemática.

En un país donde la educación está sobre el tapete, donde se comentan y estudian los resultados de las pruebas PISA en matemática, poco se habla de este tipo de congresos, que tienen una envergadura bastante importante. Este fue el séptimo Congreso Uruguayo de Educación Matemática, reconocido internacionalmente, que se realiza en Uruguay. Además, se han organizado 113 Jornadas de Educación Matemática en localidades de todo el país y en setiembre de 2013 se llevó a cabo el Séptimo Congreso Iberoamericano de Educación Matemática, que contó con la participación de 1.200 asistentes de toda América, Europa y África.

¿Quién organiza estos eventos en pro de mejorar la educación matemática en Uruguay? La Sociedad de Educación Matemática Uruguaya (Semur), una sociedad sin fines de lucro con más de 20 años de existencia, con personería jurídica otorgada por el Ministerio de Educación y Cultura, que se financia con el aporte de sus socios. Como se estará imaginando, ese aporte no es muy alto, por lo que todo esto se concreta realmente con el trabajo voluntario de un grupo de alrededor de 40 profesores y estudiantes de profesorado de matemática, que trabajan meses para este evento. Estos docentes se dividen entre el comité organizador y el comité académico. Además, en los días previos y durante estos congresos se suman otros 15 o 20 (a veces más) estudiantes de profesorado y profesores voluntarios.

Sin gran cobertura mediática, estos profesores libran año a año una batalla casi quijotesca para organizar, producir y fomentar este congreso sobre educación en matemática.

Un congreso hecho a pulmón

La calidad del congreso la miden sus asistentes, y siempre hay excelentes comentarios. La calidad de las ponencias y las conferencias la mide el comité académico: destacados profesores internacionales encargados de leer las propuestas que llegan anualmente para decidir qué ponencias se adaptan mejor a este congreso en particular. Recordemos que todo se logra con el trabajo voluntario, porque con lo que se cobra por la inscripción apenas se cubren los gastos de organización. A este congreso asisten unos 300 profesores de varios países, y hay que imaginarse toda la logística que esto acarrea. Luego de escribir sobre la calidad, necesidad y vigencia de este congreso sigo pensando que, como docentes comprometidos con la educación, deberían ser muchos más los que se integren a Semur y asistan a este tipo de actividades.

Los docentes deben estar en formación constante. Tal vez, si lográramos difundir más este congreso, más docentes asistirían (a muchos del interior se les hace muy costoso estar tres días en Montevideo). Es una realidad que los medios no hacen eco de este tipo de actividades, que ayudan a formar mejores docentes de matemática. Tampoco lo hacen de los congresos de contadores o de abogados. Sin embargo, no veo que abogados o contadores estén en el tapete ni que se discuta si faltan o no, o si hacen bien su trabajo. Considero que se debería fomentar más la especialización de los profesores y maestros, porque si bien para mejorar la educación no solamente se necesita a los docentes, sin ellos dicha tarea es imposible.