El presidente Tabaré Vázquez habló ayer ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, y en su discurso aseguró que su gobierno está “trabajando para derrocar cualquier foco de impunidad en Uruguay”. Además, dijo que es “fundamental que todos los países reconozcamos, apoyemos, alimentemos y participemos” en el CDH. Desde el entorno del mandatario no existe un consenso sobre la causa de este doble discurso (hace dos semanas el gobierno uruguayo no compareció ante una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos [CIDH]). “Yo lo veo como una estrategia para opacar la proyección internacional de José Mujica, quien logró una fama considerable a nivel mundial a base de promover en foros globales principios que después no aplicó en su país”, afirmó un legislador frenteamplista. Por otra parte, un ex asesor de campaña de Vázquez opinó que el verdadero motivo es que “a su edad, es lógico que se olvide de las cosas que hace. Le falla la memoria, nomás”.

Durante el discurso de ayer, y al igual que había hecho el lunes en su alocución ante la 106ª Conferencia Internacional del Trabajo, el mandatario le pegó a su homólogo estadounidense Donald Trump. Pero en esta ocasión lo hizo en forma explícita: “El señor Trump ha hecho una cantidad inusitada de desastres en muy poco tiempo. Lo único bueno que hizo fue boicotear la CIDH”.

Vázquez hacía referencia a la ausencia de Estados Unidos en una audiencia del organismo en la que se trataron, entre otros temas, la reforma migratoria impulsada por Trump. De todas maneras, el presidente destacó la “vocación conciliadora” de Uruguay, y aseveró que “a pesar de que tenemos muchas diferencias con la administración del señor Trump, también tenemos coincidencias. Que nadie se confunda: las críticas que le hacemos no implican que no podamos trabajar juntos para ningunear, boicotear y eventualmente darle un tiro de gracia al sistema interamericano de derechos humanos”.