El canciller boliviano, Fernando Huanacuni, pidió al gobierno uruguayo que colabore en la investigación sobre los efectos medicinales y alimenticios de la hoja de coca. El pedido se dio a conocer ayer en la conferencia de prensa conjunta que dieron los ministros de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, y de Bolivia, Huanacuni.

El embajador dijo que “la hoja sagrada milenaria de coca” está enraizada en la vida y cultura de Bolivia. “Hemos solicitado a Uruguay un acompañamiento en los estudios de sus efectos medicinales y alimenticios. En ese contexto, vamos a seguir trabajando para encontrar soluciones a las enfermedades de la modernidad”. Según Huanacuni, hay evidencia de que la hoja de coca cura la diabetes: “Hemos tenido resultados importantes, pero queremos tener más amplitud científica”, dijo.

Por su parte, Nin Novoa explicó que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) “puede ser un actor importante para investigar sobre las propiedades de este producto [la hoja de coca], basado en la experiencia que tiene Uruguay en la regulación del mercado de la marihuana. Puede ser una complementación en este sentido”.

Bolivia también pidió el asesoramiento de Uruguay en la explotación de energías alternativas como la eólica. El canciller dijo que su país está explorando medidas para “el cuidado de la Madre Tierra”.

La razón del artillero

La Rendición de Cuentas, que está siendo analizada en Diputados, establece la suba de la tasa consular para los productos importados, a 3% para los países del Mercosur y a 5% para los países extrabloque. El canciller uruguayo explicó que la aplicación de este incremento perjudicaría a Bolivia. “Nuestra hermana república de Bolivia exporta hacia Uruguay muchos productos de consumo final. Su estructura productiva está basada en emprendimientos de carácter familiar. El aumento de la tasa consular, sin ningún lugar a dudas, pone en riesgo la continuidad de ese flujo comercial. Me parece que los tiempos que tenemos para que Bolivia sea miembro pleno del Mercosur nos permitirían tener un abatimiento de esa tasa”.

Según información de Uruguay XXI, en 2016 Uruguay importó de Bolivia productos por un total de siete millones de dólares, tras una caída de 26,7%, con relación a 2013. El comercio bilateral entre los dos países se incrementó en el período 2010-2015. Las exportaciones uruguayas a Bolivia tuvieron una tasa de crecimiento promedio anual de 10,1% en el período, mientras que las importaciones desde este país crecieron a una tasa promedio en el entorno de 1,4%. En 2015 la balanza comercial resultó favorable a Uruguay.

Sobre el comercio entre los países, Huanacuni dijo que “hay un horizonte común entre el pueblo boliviano y el uruguayo, que se traduce en el flujo comercial. Estamos buscando ampliar ese potencial. Nuestra producción es comunitaria y complementaria. Son familias y sindicatos quienes producen; en ese intercambio damos un trato preferencial de hermandad, todo lo que hemos solicitado es en términos de reciprocidad, porque ambos países nos necesitamos”.

Su propia opinión sobre la tasa consular y la queja de Brasil fueron dos cuestiones que Nin Novoa no pudo evitar. “Ya lo he explicado muchas veces y no me cansaré de hacerlo. Soy un hombre de gobierno, y si me preguntan de dónde podemos sacar 100 millones de dólares, no lo sé”, dijo. El ministro considera que la tasa consular “constituye una barrera no arancelaria que presenta dificultades; nosotros tenemos –y esto ha trascendido–, no una protesta, sino una consulta formal de Brasil sobre cómo se está tratando el asunto”, dijo.

Según Nin Novoa, el propio ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, “no está conceptualmente de acuerdo con esta tasa, pero la verdad es que la razón del artillero, que no tira porque no tiene balas, aquí se hace evidente: se precisa para equilibrar el déficit fiscal”.

El canciller anunció que se tratará el aumento de la tasa en la próxima cumbre del Mercosur, en Mendoza (Argentina).

Un puntito para Uruguay

Ayer los cancilleres confirmaron que Bolivia tendrá “salida” al mar por Uruguay, desde el puerto de Montevideo y desde Nueva Palmira. Está asegurada “la salida de los productos bolivianos al Atlántico. Uruguay ya tiene dispuestos dos enclaves: uno en Nueva Palmira, donde hay un amarradero que sirve como depósito para los productos bolivianos; además, hay una zona aduanera en el puerto de Montevideo que también sirve para esos fines”, dijo Nin Novoa.

Los jerarcas se refirieron a la situación de Venezuela. El uruguayo dijo que no tenía conocimiento de que el gobierno del país caribeño haya cuestionado las críticas de los países de América Latina ante los hechos de violencia en el Parlamento. “No tengo ninguna referencia. Nosotros hemos hecho un comunicado en un tono de absoluto respeto, reservando el respeto de los Derechos Humanos, la independencia de los poderes y los fueros de los parlamentarios”, dijo Nin Novoa.

En tanto, el embajador boliviano dijo que la postura de Bolivia “es muy clara”. “Somos un continente de paz. Esto no es sólo una declaración, es producto de una experiencia milenaria. Provenimos de una cultura ancestral que tiene la capacidad de haber resuelto muchos temas mediante el diálogo, con un profundo respeto a la democracia y la paz. La solución a toda controversia debe ser democrática y pacífica”, sostuvo.

Con relación a las negociaciones con la Alianza del Pacífico, Nin Novoa dijo que el programa de gobierno las avala y además hay acuerdo en el Mercosur, aunque señaló que no hubo avances concretos. Explicó que la pretensión de Uruguay es ingresar como Estado asociado y no como miembro pleno. “En abril, en Buenos Aires, se resolvió tener un punto de convergencia en el Mercosur; la diferencia que hay entre los países son estándares de los aranceles”, aseguró el ministro uruguayo.

Para vivir bien

Consultado sobre la “filosofía boliviana”, Huanacuni dijo que su país pasa por un proceso de transformación. “Hay un cambio de paradigma, una lógica comunitaria ante la propuesta individual de la modernidad. Lo comunitario concebido no sólo como algo colectivo, sino como algo que define al humano, está vinculado íntimamente con la naturaleza. Por eso, Bolivia propone a todo el mundo los derechos de la Madre Tierra. Los efectos del cambio climático son evidentes, nadie va a persistir en la lógica moderna de depredación. La propuesta de Bolivia es vivir bien, que se diferencia de la de vivir mejor: esto último es el consumismo extremo, la acumulación. Vivir bien es la búsqueda de la armonía y el equilibrio”.

Huanacuni es maestro de artes marciales chinas del estilo shaolin, una disciplina que, dijo, lo ayudó a encontrar el equilibrio “de comer bien, dormir bien y sentir profundamente la vida”. “La disciplina es un factor fundamental que resuelve vicisitudes individuales y colectivas”, concluyó.