El espía al servicio de la inteligencia militar que se infiltró en el sindicato de la bebida, en el Partido Socialista, y posteriormente, cuando se fue a vivir a la ciudad de Minas, en el Frente Amplio local e integró la lista del Movimiento Alternativa Socialista (MAS) en las elecciones departamentales de 2010, sigue dando qué hablar. “Leandro”, como se lo conoce en los archivos del espionaje militar en democracia, se llama Luis Becerra Aldama. Ayer, el MAS emitió un comunicado en el que expresa su “más ferviente repudio a estas prácticas, provengan de instituciones o grupos de personas que mantienen rémoras de una época que la sociedad uruguaya debe dejar en el pasado a partir del afianzamiento de los valores de Verdad y Justicia”. El MAS “desea dejar extremadamente claro” que nunca tuvo “el más mínimo indicio” de que Becerra, que “contaba con una extensa ‘militancia’ sindical y política anterior”, “perteneciera a los Servicios de Inteligencia Militar”. El grupo exige que el Estado instruya “una investigación a fondo que esclarezca los hechos de pública notoriedad y actúe sobre los responsables directos y sus jerarquías”, e informa que se encuentra haciendo las consultas correspondientes sobre “las acciones a seguir”.