La ONG Uruguay Libre de Megaminería denunció que los días 6, 19, 20 y 21 de junio vecinos de la localidad de Tambores, en el departamento de Paysandú, escucharon varias explosiones, que podrían estar relacionadas con la actividad de la empresa Schuepbach, que está buscando petróleo en esa zona. Desde la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) descartaron esta posibilidad, y argumentaron que la empresa no se encuentra operativa desde el 13 de junio. Un jerarca del organismo explicó que es “muy difícil” que una empresa “gaste dinero en explosivos para buscar petróleo en Uruguay”, ya que, de acuerdo a las experiencias de los últimos años, “la única inversión que están dispuestas a hacer es traer de Norteamérica algún brujo indígena que recorra el campo con una rama de árbol”. La fuente aclaró además que “si se ven máquinas trabajando, se escucha su actividad, o aparecen notas de prensa, quiere decir que la actividad es totalmente amigable con el ecosistema. Cuando de verdad se dañe el medioambiente nadie se va a enterar”. De todas maneras, reconoció que precisamente debido al secretismo que rodea a las actividades de las transnacionales dedicadas a la explotación de recursos naturales, puede ser que en efecto haya episodios de contaminación “grave o muy grave”, aunque en este caso sería “contaminación silenciosa”. “Lo que sí podemos asegurarles a los vecinos, con total certeza, es que sea lo que sea que hayan escuchado, no contamina”. Una fuente de Presidencia de la República confesó que es “muy difícil” determinar con certeza si la actividad de una empresa daña el medioambiente. Es por esto que se está planeando incorporar a la Dinama funcionarios que se dediquen a este tema. “No van a ser técnicos en medioambiente, porque si nos ponemos a controlar mucho se van todas las empresas. Más bien estamos pensando en historiadores que puedan explicarles a los uruguayos del siglo XXII cómo fue que el Uruguay Natural se fue al carajo”.