El índice medio de salarios, el Índice de Precios del Consumo y el valor del dólar serán los factores que tendrá en cuenta el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) para ajustar semestralmente el precio del cannabis que se venderá en las farmacias. Así lo informó el presidente del Ircca, Augusto Vitale, el viernes en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes. Una delegación del Ircca asistió a la comisión en el marco de la discusión del proyecto de ley de Rendición de Cuentas.

Según consta en la versión taquigráfica, Vitale explicó que si bien se definió una “paramétrica” para los ajustes semestrales, el instituto podrá hacer ajustes adicionales cuando lo estime necesario. “El precio es una herramienta para desalentar una psicoactividad mayor o productos con mayor psicoactividad. Además, se puede ajustar el precio en función de las nuevas necesidades a nivel de la producción”, señaló. Hay 16 farmacias habilitadas para vender cannabis, y la venta comenzaría la semana próxima.

El presidente del Ircca informó que hay aproximadamente 5.000 personas inscriptas en el registro como consumidores. Al mismo tiempo, hay actualmente casi 7.000 autocultivadores inscriptos y 62 clubes aprobados de hasta 45 miembros. El instituto estima que las 5.000 personas inscriptas consumirán alrededor de dos toneladas y media al año. El gobierno proyectaba un consumo de cuatro toneladas, pero, de todos modos, Vitale aclaró que “el producto tiene la capacidad de guardarse en condiciones seguras durante seis meses”. “Además, permite ir modulando la producción. Es decir, no se aumentará la licencia para producir más hasta que estas existencias estén abasteciendo al mercado”, añadió el jerarca.

Con un consumo de cuatro toneladas, el Ircca recaudaría aproximadamente un millón de dólares por año.

“Impuesto a la suerte”

La comisión también recibió el viernes a una delegación de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), encabezada por el dirigente Joselo López. COFE y el diputado nacionalista Jorge Gandini coincidieron en criticar los impuestos a los juegos de azar que contiene el proyecto de ley de Rendición de Cuentas.

Leonel Reveleza, del Consejo Directivo de COFE, pidió que los artículos que gravan el juego se desglosen de la Rendición de Cuentas y se traten junto con el proyecto de regulación de los juegos de azar que ya está a estudio del Parlamento. “No se pueden aprobar sin llevar a cabo una discusión plena sobre el juego, incluso de las tasas e impuestos por las que se pretende recaudar”, señaló el dirigente. Aclaró, de todos modos, que “nadie está en contra de que se grave el juego ni, mucho menos, los premios”, pero apuntó que “esos artículos se deben discutir en un marco más analítico, más profundo y con más sustentabilidad”.

Por su parte, Gandini reiteró sus críticas a los impuestos al juego contenidos en la Rendición de Cuentas. Señaló que “técnicamente” se trata de “un IRPF [Impuesto a la Renta de las Personas Físicas] al incremento patrimonial; es decir, se grava el incremento de aquel que obtiene un premio en un juego”. “Además, las empresas no van a pagar nada. Van a pagar los apostadores que ganan, o sea que es un impuesto a la suerte”, concluyó.