El ministro interino del Interior, Jorge Vázquez, anunció ayer que su cartera inició una denuncia en el Juzgado Penal de 12º Turno contra el dueño de la pizzería en la que, cumpliendo funciones fuera de reglamento –el llamado servicio 223–, fue asesinado el policía Wilson Coronel. Fue el domingo de noche, durante una rapiña en un local de Pocitos.
Vázquez dijo, además, que iniciará una inspección en los comercios para detectar el contrato ilegal de policías. Los anuncios fueron realizados ayer, después del encuentro que tuvo el ministro interino con autoridades del PIT-CNT y los sindicatos policiales.
El presidente de la central sindical, Fernando Pereira, dijo que salió conforme de la reunión, porque se le aseguró a la viuda una pensión de 28.000 pesos nominales y posibles soluciones laborales, además del acceso a la salud para la familia. Las autoridades reconocieron también que el policía estaba defendiendo la seguridad pública, más allá de que no estuviera en servicio.
Sobre las contrataciones irregulares de policías, Vázquez dijo que no se trata de juzgar al trabajador, sino de “censurar a los empresarios y comerciantes que buscan mano de obra barata para poder cuidar sus intereses”.
Por la nocturnidad
Ayer a las 11.00, policías y civiles se concentraron en la plaza del Entrevero, convocados por la Coordinadora Nacional por más Seguridad y con el apoyo de la Unión de Sindicatos Policiales (Usip).
El cielo encapotado no ayudó: en la plaza había no más de 70 personas, contando la gran concurrencia de la prensa. Los manifestantes tenían pancartas con leyendas como “No más familias destruidas” y “Ni un policía menos”. Se vio a muchos hombres y mujeres visiblemente conmovidos por la situación. Entre los presentes se podía reconocer a la última esposa de Jorge Pacheco Areco, Graciela Rompani, y a Robert Parrado, policía retirado, psicólogo, licenciado en seguridad pública y asesor del Partido Nacional.
Eduardo Juárez, integrante del secretariado de la Usip, ofició como orador y aseguró que muchos de sus compañeros tienen miedo de asistir a las convocatorias por temor a la “represión de los mandos policiales”. “Jamás vi a un superior pelear por los trabajadores, jamás vi a políticos meterse en una comisaría, pero sí salen de sus despachos, donde ganan mucha plata, a hablar de seguridad. Eso me calienta”, aseguró.
Sobre el caso de Coronel dijo que el pago de la nocturnidad y de la exclusividad haría que los policías no tuvieran que hacer “servicios extras”. “Hoy en día somos policías las 24 horas. Nos pasa como al compañero, que murió trabajando porque no le daba el salario. Si a los trabajadores policiales nos pagaran la nocturnidad y la exclusividad, muchos de los que hoy hacen servicios extras no los estarían haciendo”, aseguró.
Este reclamo no es nuevo; según publicó la diaria el 17 de mayo, en la Asamblea Nacional de la Usip, el secretario general del gremio, Raúl Pereira, había dicho que se no se paga el 20% establecido por ley y tampoco se da nada a cambio. Ayer se reiteró esta solicitud.
Juárez agradeció al PIT-CNT por apoyar a los policías en las negociaciones con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y por la posición tomada en el caso de la muerte de Coronel.
También informó que se puso a disposición de la familia de Coronel la brigada Agustín Pedroza, del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) para que “saque a la familia del compañero abatido de la zona inundable en la que vivía, en un asentamiento”.
Sobre los gobiernos del Frente Amplio, dijo que fueron los que permitieron conformar sindicatos. “Duela a quien le duela, hoy hay un gobierno que nos permitió sindicalizarnos. Ninguno, de 2005 para atrás, nos reconoció como trabajadores. Nos denigraron, nos pegaron, nos sumariaron y nos dieron de baja por reclamar”, sentenció. “Creemos que ahora estamos mejor. Antes ganábamos 3.600 pesos y hoy estamos ganando arriba de 29.000, pero sabemos que no alcanza”, consideró. Otro reclamo de los policías es una ley clara sobre la legítima defensa. “Si no tenemos el respaldo jurídico para defender a los ciudadanos, ¿quién lo va a hacer?”, preguntó Juárez.
En rueda de prensa, Juárez afirmó que se sienten tocados cada vez que hay un muerto por la delincuencia, pero hoy les toca más de cerca porque fue un policía. También reconoció que Coronel estaba cometiendo una falta administrativa.
Luego sostuvo que si bien “en el período de facto la Policía fue el brazo ejecutor de muchas cosas, hoy decimos que no cargamos con la mochila de ningún milico represor”. “Que quede claro: somos los trabajadores organizados y tenemos una nueva cabeza”, afirmó. Consultado por la diaria sobre la forma de acortar esa posible brecha con la sociedad, dijo: “Estamos inmersos en ella, pero un poco apartados. Mediante las organizaciones sociales y la central obrera es que venimos acercando lazos”.
La presidenta del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo, Patricia Rodríguez, también estuvo presente en la convocatoria, y dijo que hay que bregar por salir de “la naturalización de la muerte de cualquier trabajador”.