El sábado, el diputado Guillermo Facello presentó la agrupación nacional La Gente de Novick, del Partido de la Gente. El presentador del evento, llevado adelante en el hotel Radisson Victoria Plaza, describió a Facello como un hombre de pocas palabras y con una cabeza que parece una biblioteca “que almacena todo lo que va viviendo”. Dijo, además, que era “el acto más importante de la vida” del diputado, aunque recordó que el líder de la novel agrupación fue uno de los oradores del primer acto público a favor del No a la reforma constitucional que la dictadura impulsó en 1980.

Antes de que el representante nacional subiera al escenario para hacer uso de la palabra, el presentador señaló: “Yo en aquel momento bufaba porque era votante del Sí. […] Pero aquí todos coincidimos: las ideologías quedaron en el pasado. Novick nos hizo entender que ser de derecha o de izquierda es una gran oportunidad de seguir dividiendo a los uruguayos”. El poco apego de este movimiento a una ideología fue un punto destacado varias veces, tanto por Facello como por Novick. “Se acabó la división entre derecha e izquierda, entre pobres y ricos, entre empresarios y trabajadores. Tenemos que estar todos juntos; si no, no vamos a cambiar al país. La gente cuando come no piensa en la ideología. La gente sabe dónde le aprieta el zapato. Nosotros queremos hacer cosas y no perder tiempo en discusiones. Si distribuir mejor a los más necesitados y dar una buena educación a los chicos más humildes es ser de izquierda, somos de izquierda, pero si dar un combate fuerte contra la delincuencia y el narcotráfico es ser de derecha, vamos a ser de derecha”, dijo Novick, y provocó un aplauso generalizado.

De la mano de Rudolph

Los presentes se mostraron entusiastas cuando Novick cerró el acto. El empresario prefirió no hablar tras el atril, sino recorriendo el escenario. La discusión, dijo, es “entre burocracia y gestión”, entre “hacer las cosas mal y hacer las cosas bien”: “Este gobierno está haciendo las cosas mal, porque son incapaces y la mayoría de ellos nunca laburaron. Muchos dicen que soy un outsider. Si nunca haber vivido de la política es ser un outsider, soy un outsider. Nunca viví ni voy a vivir de la política. Yo conozco a toda la gente del Uruguay. Pasé por todas las clases sociales y conozco cómo piensan, cómo sienten y cómo viven”, aseguró.

En su discurso enumeró cuáles son, a su criterio, los grandes problemas de Uruguay: la inseguridad, la falta de trabajo y la mala educación. “El otro día un periodista me preguntaba qué opinaba de la seguridad, y yo le dije que la única seguridad que se tiene en este país es que algún día van a afanar y rezá para que ese día no te maten”, relató.

El líder del Partido de la Gente aseguró que el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, miente cuando dice que bajaron las rapiñas, porque compara las cifras “a su conveniencia”. “Compara los números con los del año pasado, que fue récord de rapiñas. ¿Por qué no nos dice el ministro que desde que [cumple esa función] hay miles de rapiñas más por año? Hay más hurtos y asesinatos. Aparecen jóvenes descuartizados y enterrados, jóvenes quemados adentro de un auto. Esto nos hace acordar a los peores momentos del narcotráfico en México”, afirmó.

También ratificó que contará con la colaboración del ex alcalde de la ciudad de Nueva York Rudolph Giuliani para que sea asesor de su equipo en temas de seguridad. Giuliani fue alcalde entre 1994 y 2001, y se hizo famoso por su política de mano dura. “Hay que ir a buscar lo mejor del mundo y copiarlo. Por eso fuimos a buscar a Giuliani. Nos juntamos con él porque lo vimos actuar; arregló Nueva York en cuatro o cinco años. Yo lo comprobé porque iba de joven a trabajar. En los años 1990 o 1991 a las cinco o seis de la tarde, cuando oscurecía, se venía la noche y había que rajar porque te afanaban”, relató, y describió que ahora se puede caminar por cualquier barrio de esta ciudad sin que pase nada.

Otro aspecto que preocupa a Novick es el aumento de la violencia de género. “Si no hacemos algo, va a haber más asesinatos de mujeres a corto plazo”, profetizó. Sobre la desocupación, dijo que la forma de medirla no es la correcta. “Recorriendo el país me he encontrado con mujeres de más de 40 años que están sin trabajo, pero no buscan. Nos encontramos con jóvenes que saben que no hay trabajo. El 25 o 30% de los jóvenes en el interior ya no tienen trabajo y no buscan”, aseguró.

El empresario insistió con achicar el Estado. Dijo que en 2005, cuando el Frente Amplio asumió el gobierno, había 230.000 empleados públicos, y ahora hay 300.000. “No vamos a sacar a ningún empleado público, pero se sabe que en una empresa tan grande como el Estado, 4% o 5% [de los funcionarios] se enferman, se jubilan o cambian de trabajo. Si esas personas, que son 12.000 o 15.000 por año, no se reponen, vamos a ir bajando la cantidad [de empleados públicos]. Lo único que hay que reponer son maestros y docentes”, propuso. Según aseguró, 70.000 empleos públicos cuestan alrededor de 1.000 millones de dólares por año.

Vendiendo humo

El discurso de Facello fue más encendido: “Le queremos decir a la ciudadanía, y a algunos dirigentes que no vale la pena ni nombrarlos, que las encuestas de los últimos días mintieron descaradamente”. El diputado señaló que estas no dicen la verdad porque en “todos los rincones del país” cada día reciben más adhesiones.

“Está de moda decir que el Partido de la Gente no tiene propuestas. ¿Qué partido tiene propuestas? Están todos vendiendo humo; ninguno tiene una propuesta en serio”, dijo. Facello destacó que en su partido hay 23 grupos trabajando para presentar una propuesta de cara a las próximas elecciones. También adelantó que le van a presentar a Novick tres proyectos de ley para combatir la corrupción “en todos los frentes” y mejorar la transparencia pública.

Facello cuestionó que el gobierno les haya cedido la educación a los gremios e insistió con la idea de Novick de que todos los partidos se tienen que reunir para generar una política de Estado en ese ámbito. “Todos tenemos que prestigiar a todos los docentes del país para que los jóvenes vuelvan a abrazar la carrera de magisterio y la docencia, y sientan orgullo. Tengamos presente que la ignorancia es funcional al populismo, como le es funcional a la dictadura. Tenemos que recuperar los daños que dejaron estas administraciones frentistas, y eso va a demandar mucho tiempo. Que nadie venga a prometernos lo que no podrá hacer en un solo período de gobierno”, concluyó.