Una de las prioridades del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, para lo que resta del período de gobierno es la instalación de un Sistema Nacional de Formación Profesional. “Es imprescindible avanzar en esto”, afirmó ayer, durante un desayuno de trabajo organizado por la cartera, que convocó a representantes de la academia, trabajadores y empresarios, organismos estatales e internacionales, a debatir sobre su implementación.

La idea de un sistema que promueva, desarrolle y articule la integración de las ofertas de formación profesional del sistema educativo formal y no formal, público y privado, para facilitar la formación permanente de los trabajadores y una oportuna respuesta a las demandas emergentes el mercado de trabajo, surgió en 2011, durante el Diálogo Nacional por el Empleo.

Años más tarde se creó un anteproyecto de ley, pero en la actualidad, a mitad del quinquenio de gobierno, se entiende que “no hay tiempo” para los procesos de discusión parlamentaria, y que “urge” la instalación de un ámbito con las características planteadas. “Que la educación responda a las necesidades del mercado de trabajo y que se forme y eduque para trabajadores de esta realidad; avanzar en la idea de que en el mundo del trabajo también se aprenda”, sintetizó ayer Fernando Ubal, de la Administración Nacional de Educación Pública.

La directora de Educación del Ministerio de Educación y Cultura, Rosita Angelo, dijo estar “convencida” de que es necesaria la existencia de un sistema que logre “consolidar y regular” las actividades que hoy ya realizan las instituciones y que haga “más densa” la trama de acuerdos. Aun así, consideró que “los tiempos en los que necesitamos avanzar son cortos, y no sabemos si los tiempos de una ley alcanzan” para esto.

En la misma línea, el director de Planificación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Fernando Isabella, dijo que considera al sistema una “necesidad” y estableció que es “importante avanzar en ese sentido, en particular en este momento, por el cambio tecnológico vertiginoso que estamos viviendo, de intensificación de las tareas cognitivas no rutinarias y rutinarias”, pero acotó que tenía “dudas” acerca de si el camino adecuado es el de la ley, por “los plazos y las discusiones que se tienen que dar con los legisladores”.

El consejero de la UTU Miguel Venturiello, en tanto, advirtió sobre la necesidad de incluir a los docentes en los ámbitos de discusión, ya que son “quienes van a estimular al estudiante mediante un cambio en la matriz productiva”. Rodolfo Silveira, consejero de la Universidad Tecnológica (Utec), afirmó que “no hay manera de estar en desacuerdo” con el proyecto y que las “claves” para su prosperidad son “la confianza entre los actores, la flexibilidad en la respuesta ante nuevos desafíos que aparezcan y el coraje para emprender sin temor a equivocarse”. Silveira también se mostró de acuerdo en que “no dan los tiempos” para la aprobación de una ley.

Tanto el director general del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, Eduardo Pereyra, como representantes del sector empresarial y de los trabajadores sostuvieron que el Sistema de Formación Profesional es una “evidencia de la maduración colectiva”. En este sentido, Gerardo Garbarino, en representación del sector empresarial, dijo que “no puede existir sin la participación activa de empresas y trabajadores”, y el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, afirmó: “Si queremos generar una lógica de conjunto, tenemos que enterrar el individualismo”, y advirtió que el ámbito consultivo es una “apariencia de tripartismo” que no logra profundizar. “Se escucha lo que uno dice y después se lo descarta”, agregó.

Murro cerró la jornada de intercambio haciendo hincapié en el cambio cultural necesario para la instalación de este nuevo sistema, que tendrá que “aprovechar” la gratuidad de la enseñanza y los convenios de cooperación internacional. Sostuvo que es “imprescindible” avanzar en su creación: “No es un tema que podemos dejar para el gobierno que viene”, dijo, y afirmó que la próxima ronda de Consejos de Salarios el año que viene –“la mayor en la historia de la negociación colectiva del Uruguay”– sería una “gran oportunidad” para incorporarlo.