Las señales internacionales son favorables para que el gobierno uruguayo dé un nuevo paso en su combate al tabaco. El 31 de mayo, en ocasión del Día Mundial sin Tabaco, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, anunció que ya estaba listo el proyecto de ley que establece el empaquetado plano de los cigarrillos, y agregó que la iniciativa sería enviada al Parlamento en los meses siguientes. El empaquetado plano implica que todas las cajillas de cigarrillos serán iguales, sin colores ni ningún otro elemento gráfico que las distinga, con excepción de la marca. La tipografía que se utilizará para las marcas será la misma en todos los casos.

El Poder Ejecutivo todavía no envió el proyecto al Parlamento, pero este fin de semana recibió un impulso para hacerlo. Según informó The Guardian en la noche del domingo, la tabacalera internacional Philip Morris perdió el proceso de arbitraje que inició contra el gobierno de Australia por su medida de empaquetado plano. Philip Morris ya había perdido un juicio con Australia en 2015, en aquella ocasión por las advertencias sanitarias que el gobierno de ese país le obligó a colocar en sus cajillas. Luego de que se estableció el empaquetado plano, Philip Morris, junto con las multinacionales Imperial Tobacco y Japan Tobacco, presentó un recurso de inconstitucionalidad ante la Justicia australiana. Tras fracasar en ese intento, recurrió a la Corte Permanente de Arbitraje (CPA), una institución intergubernamental con sede en La Haya, alegando que Australia violó el tratado bilateral de inversiones con Hong Kong. Allí pidió que se suspendiera la legislación, o en su defecto, que se la compensara por miles de millones de dólares.

La CPA calificó la demanda de la tabacalera de un “abuso”. Al igual que en el fallo del Centro Internacional de Arreglo de las Diferencias Relativas a Inversiones en el caso de Philip Morris contra Uruguay, en su dictamen final la CPA tomó en consideración especialmente los resultados que obtuvo Australia con sus políticas de combate al tabaco, en materia de reducción del consumo y de las enfermedades asociadas.

Según distintos reportes de prensa especializada, la CPA resolvió que Philip Morris deberá pagarle a Australia más de 50 millones de dólares para cubrir los costos del juicio. La tabacalera, tras perder la demanda principal, quería pagar menos dinero al gobierno australiano porque sostenía que el equipo legal de ese Estado “estaba integrado básicamente por servidores públicos”, según informó la BBC. La tabacalera citaba casos de otros pagos que tuvo que hacer a Canadá y a Estados Unidos, que fueron por un monto menor a lo que reclamaba Australia. Sin embargo, la CPA consideró que, “tomando en cuenta la complejidad de los asuntos de derecho nacional e internacional que eran relevantes para el proceso, en especial para un equipo de gobierno no habituado a participar en este tipo de litigios”, los costos reclamados por Australia eran razonables.

Un respaldo

Las autoridades del Ministerio de Salud se enteraron de la noticia ayer. El director nacional de Salud, Jorge Quian, dijo a la diaria que luego de procesar la información, el ministro de Salud, Jorge Basso, informará sobre el tema.

El diputado frenteamplista Luis Gallo, vicepresidente de la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Representantes, consideró que el fallo de la CPA implica un “respaldo importante” para aprobar en Uruguay la ley de empaquetado plano. “Es un respaldo importante para sacar la ley. De todas maneras, la íbamos a aprobar, con o sin fallo, pero es un aliciente importante”, destacó el legislador.

A principios de junio, en una conferencia organizada por el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, el presidente Tabaré Vázquez reafirmó la decisión de su gobierno de establecer el empaquetado plano y sostuvo que su administración trabaja junto con la Organización Mundial de la Salud para elaborar “una hoja de ruta que sirva de guía a otros países” en su combate al tabaco y a las enfermedades crónicas.