A corto plazo, el plan de trabajo de Vanerio hace referencia a un “seguimiento” del proceso político, social y económico y de la política comercial y exterior de Brasil. “Todo lo que pasa en Brasil impacta en Uruguay”, dijo, por lo que es fundamental comprender lo que sucede en ese país –“que no es fácil”– y “generar interlocución” en los ámbitos político, económico, comercial, cultural “y hasta periodístico”.

El ex representante uruguayo en la OMC dijo que le ha tocado trabajar en varios temas, vinculados incluso a controversias, y “en general, el camino de la discusión con Brasil es inteligente” y “permite llegar a un buen resultado”.

Para Vanerio, el “déficit comercial persistente” que muestra el comercio bilateral de Uruguay con Brasil obedece a “un problema de la demanda” que responde al “poco crecimiento brasileño de los últimos años”. Teniendo en cuenta que Brasil es el principal socio comercial de Uruguay, pero que en el ranking brasileño de importaciones está en el lugar 25, Vanerio consideró que existe una asimetría “muy fuerte” que es necesario revertir. “Deberíamos estar mejor posicionados, y para ello debemos estar atentos y anticiparnos a lo que va a pasar”, dijo, previendo un toque de fondo a corto plazo, que, como consecuencia, implicará un “rebote hacia arriba” que “Uruguay debe tratar de aprovechar”. “Si tuviera que apostar sobre cuál va a ser la actitud de Brasil en los próximos meses en materia de negociaciones comerciales internacionales, apostaría a que va a dar un golpe de timón”, pronosticó. Según dijo, más de 42% de las exportaciones de ese país son de productos agrícolas, y sólo 19% del comercio al exterior tiene preferencias y no acuerdos con sus principales socios. “Brasil necesita mercados, y Uruguay tiene que anticipar, saber aprovechar y, quizá, alimentar un poco también”, afirmó.

En opinión de Vanerio, Uruguay está “subestimando” el comercio bilateral si no incluye el comercio de servicios y zonas francas. Por esta razón, una de sus principales estrategias a corto plazo es la de la elaboración de estadísticas de servicios mediante un trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística. Según dijo, 30% del valor de un producto corresponde a servicios financieros, bancarios, seguros, logística y transporte; por lo tanto, un conocimiento más fino de la información “puede llevarnos a trabajar mejor en la logística con Brasil”. Y como “contracara” del comercio sugirió “seguir prestándole atención” a la inversión brasileña en Uruguay. Según datos del Instituto Promotor de Inversiones y Exportaciones, Uruguay XXI, hay más de 180 empresas brasileñas operando en Uruguay, incluyendo sectores de servicios.

Por otro lado, en lo que refiere a la divulgación de nuestra cultura, Vanerio entiende que es importante “hacer un esfuerzo hacia el norte de Brasil”. “De Porto Alegre o San Pablo hacia el norte, Uruguay no se conoce mucho”, dijo, así que propone “hacer algo con las empresas televisoras nacionales”: “Hace unos años se instaló en Brasil una televisión nacional y, quizá, el viejo SODRE uruguayo pueda hacer algo con ella”, dijo, y anunció que es un camino que va a “explorar”, además de brindar un “pleno apoyo” a las actividades de Uruguay XXI y del Ministerio de Turismo en Brasil.

En términos de academia, planteó lograr una “mejor cooperación” y apoyar a los comités y las actividades de la frontera. “Naturalmente, apoyaríamos las tareas y trabajos de otros ministerios y agencias de Uruguay en Brasil, así como la cooperación entre academias diplomáticas y contactos con la colonia”, dijo, considerando como las más importantes “las de Rio Grande do Sul, Santa Catarina y San Pablo”, algo que, entiende, “la embajada tiene que atender”.