En 2006 se realizó por primera vez la cumbre social del Mercosur, que nuclea a organizaciones y movimientos sociales de los países del bloque regional. Desde entonces, las cumbres sociales se llevaron a cabo con frecuencia semestral, sin interrupciones, en paralelo a las cumbres presidenciales. “Las cumbres sociales expresan el compromiso de los Estados en relación con la creación y el fortalecimiento de canales de representación política y participación social en el Mercosur”, se explica en el sitio institucional del Mercosur.
Esta vocación de participación, sin embargo, no se verá expresada esta semana en Mendoza, Argentina. Habrá cumbre de presidentes –un evento que no se realizaba desde diciembre de 2015– pero no habrá cumbre social, por decisión de la presidencia pro témpore que ocupa el gobierno argentino de Mauricio Macri. En la resolución se alega que no están dadas “las condiciones de seguridad” para reunir a las organizaciones y movimientos sociales.
Federico Gomensoro, delegado de Uruguay para las cumbres sociales, opinó que esta decisión constituye un “retroceso”. Afirmó que en la actual coyuntura política, los gobiernos de los países de la región, con excepción del uruguayo, no se muestran interesados en fomentar la participación en estas instancias. “Brasil no participa en nada, Paraguay no se mostró interesado”, señaló. Por otra parte, expresó su preocupación porque continúa vacante el cargo de responsable de la unidad de participación social del Mercosur. “Hay toda una concepción política atrás”, interpretó.
Lilián Celiberti, de Cotidiano Mujer, dijo que hace tiempo que la organización no participa en las cumbres y consideró que en la actual coyuntura política de la región, y teniendo en cuenta la situación institucional en Brasil, los movimientos sociales deberían “repensar estrategias de acción en torno a una movilización más efectiva”.
Pese a la suspensión de la cumbre social, habrá una “cumbre de los pueblos” en Mendoza mañana, en la Facultad de Artes y Diseño de la provincia, que contará con la participación del presidente boliviano Evo Morales. El mandatario trasladará luego los planteos de las organizaciones sociales a la cumbre presidencial. El ex embajador argentino en Bolivia y organizador del encuentro, Ariel Basteiro, dijo al diario Contexto de Argentina que Macri suspendió una cumbre institucional del Mercosur debido a una “visión ideológica”, porque “no le interesa la participación de los sectores populares y de aquellos que puedan expresar un discurso diferenciado del que tiene en este momento el poder real en la región, que lo encarnan Macri en Argentina, y [Michel] Temer en Brasil”. “No sorprende que el gobierno de Macri no quiera abrir ámbitos de discusión para los movimientos sociales, los sectores del trabajo, los sectores sindicales y de la producción, porque el gobierno de Argentina, al igual que el de Brasil y el de Paraguay, está llevando adelante políticas de quitas de derechos, represión y ajuste contra esos sectores”, manifestó Basteiro. Agregó que el argumento de la seguridad “no se lo cree nadie”, porque en las cumbres sociales del Mercosur nunca hubo inconvenientes. Aseguró que los presidentes harán una cumbre presidencial “casi clandestina”: “Se van a esconder en un hotel y van a poner vallas tres kilómetros a la redonda”.
Presidentes bienvenidos
El presidente Tabaré Vázquez llegará mañana de tarde a Mendoza. Allí recibirá el título doctor honoris causa de la Universidad Nacional de Cuyo. El viernes de mañana, asistirá a la reunión de presidentes del Mercosur y estados asociados, en la que Brasil asumirá la presidencia pro témpore del bloque. Está previsto que sobre el mediodía los presidentes brinden una conferencia de prensa. Luego, Vázquez mantendrá un encuentro bilateral con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, con quien mantiene una excelente relación desde su primer gobierno, cuando también coincidieron en la primera magistratura de sus países.
Por otra parte, mañana se realizará la reunión del Consejo Mercado Común (CMC), integrado por los cancilleres y ministros de Economía del Mercosur. El canciller Rodolfo Nin Novoa adelantó ayer algunas de las inquietudes de Uruguay, en diálogo con el programa De ocho a diez, de Radio Uruguay. Dijo que el eje de las conversaciones estará en “el Mercosur comercial y económico” y en la agenda externa. Sobre este último punto, el asunto principal son las negociaciones del bloque con la Unión Europea para un acuerdo de libre comercio, pero hay otros. Nin mencionó la posibilidad de un acuerdo entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por su sigla en inglés), de un acuerdo con la Alianza del Pacífico y de un nuevo acuerdo de complementación económica con Colombia. También se está negociando un acuerdo comercial con Canadá, cuyos términos de referencia se están discutiendo.
En el CMC, Uruguay volverá a plantear su intención de profundizar los vínculos comerciales con China. La posibilidad de que Uruguay firme un tratado de libre comercio (TLC) con China motivó quejas de Brasil. Nin apuntó que Uruguay señalará que Paraguay acaba de firmar un acuerdo con Taiwán sin respetar la decisión 32/00 del Mercosur, que dispone la obligatoriedad de negociar en bloque acuerdos sobre preferencias arancelarias. Uruguay ha pedido las mismas excepciones a la decisión 32/00, pero sólo se le otorgaron en el caso del TLC con México. “Lo vamos a discutir con ellos fraternalmente”, dijo el canciller uruguayo.
Por otra parte, Nin afirmó que en el Mercosur existen 78 medidas paraarancelarias “que impiden el comercio”, y en esta reunión se prevé “eliminar muchas de ellas”. Uruguay en particular tiene nueve medidas internas que dificultan el comercio; en esta reunión levantará tres, tiene tres a estudio y otras tres que no ha resuelto. La tasa consular también podría ser tema de conversación. “Podemos hablar de muchas cosas, obviamente. De la miel, de los vinos; hay muchas figuritas para cambiar”, comentó Nin. Acotó que no sabe si el tema de la suspensión de Venezuela del Mercosur estará en agenda.
En cuanto a la inestabilidad institucional en Brasil, el canciller uruguayo consideró que repercute “en las decisiones de carácter económico e integracionista”, pero remarcó que el vínculo comercial no ha sido afectado. “Desde que asumió el nuevo presidente [Michel Temer], por llamarlo de alguna manera, viene manteniendo una línea de apertura y acercamiento”, aseguró.
El canciller reconoció que ha habido “circunstancias que han impedido el normal funcionamiento” del Mercosur, en particular “inconvenientes de carácter político vinculados a Venezuela”, pero valoró que ahora hay “un impulso nuevo” a partir de la reunión de los presidentes.