El miércoles, la Cámara de Senadores le dio media sanción a un proyecto que discutía desde octubre de 2016 la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca: la modificación de la Ley 16.858, de Riego con Destino Agrario, aprobada en 1997. El proyecto fue impulsado por el titular del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, con el fin de disponer de riego para aumentar la producción y la productividad agrícola. El texto resultante varió bastante del borrador que había recibido el Parlamento en marzo de 2016.

En diálogo con la diaria, los senadores Leonardo de León (Lista 711, Frente Amplio), Armando Castaingdebat (Partido Nacional) y Daniel Bianchi (Partido de la Gente) saludaron el proyecto y los cambios que recibió en el tratamiento en comisión. Uno de los puntos más polémicos fue que, de acuerdo a la propuesta original, no se requería ser productor rural para integrar las sociedades agrarias de riego, y que además se dejaba la puerta abierta a inversores extranjeros. El texto resultante establece que para conformar asociaciones agrarias de riego y sociedades agrarias de riego, quienes se asocien deberán ser productores; en los casos en que algunos o todos fueran personas jurídicas, su capital accionario deberá estar representado por acciones nominativas pertenecientes a personas físicas. “Excepcionalmente, el Poder Ejecutivo podrá autorizar la participación de entidades o fondos propiedad de extranjeros, siempre y cuando esa participación sea minoritaria y no controlante y contribuya a la aplicación de tecnologías innovadoras para elevar la producción y la productividad del sector”, establece un inciso agregado por los senadores. De León celebró que se limite la participación de las transnacionales y calificó este cambio de “innovador”. “Si comparamos con Chile, donde se dejó todo el desarrollo de riego en manos del mercado y la experiencia fue nefasta, creo que esta ley va por otro camino”.

Mientras que Aguerre insiste en la necesidad aprovechar el agua que se escurre, la Sección de Limnología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República señala que esta cumple una función, y que transformar sistemas terrestres en acuáticos y construir lagos sobre ríos modifica los ecosistemas, por lo que es necesario evaluar esos cambios si se piensa llevarlos a escala nacional. El texto prevé que las obras hidráulicas requieran la aprobación de un proyecto de obra, de un plan de uso y de manejo de suelos y de aguas, y reserva la autorización ambiental a “cuando corresponda”.

De León comentó que el Poder Ejecutivo reglamentará el canon que se cobrará por el uso del agua, y que de eso se encargará el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. El senador insistió en que “esta ley tiene que tener un complemento muy fuerte de políticas”, señaló que “es importante que se focalice en la agricultura familiar a partir de inversión pública” y agregó que existen más de 20 proyectos potenciales de riego multipredial para agricultura familiar que deben ser apoyados por el Estado.

Castaingdebat sostuvo que se precisa “implementar algún tipo de apoyo mediante disminución de tarifa o algún otro costo” en algunos sectores, como los tambos.