La posible concesión del Molino de Pérez por parte de la Intendencia de Montevideo (IM) a la Fundación Gonzalo Rodríguez sigue en el tapete. El jueves se reunieron representantes de la comisión de vecinos Amigos del Molino de Pérez junto con autoridades de la IM; a saber, Christian Di Candia, prosecretario general; Patricia Roland, directora de Espacios Públicos, Hábitat y Edificaciones, y Ricardo Posada, director de Promoción Económica.
Corina Gaso, de la comisión de vecinos, dijo a la diaria que en la reunión intercambiaron puntos de vista y abrieron “un ámbito de negociación”, pero aseguró que es una instancia “muy difícil”, ya que “quedó claro” que se trata de dos puntos “absolutamente irreconciliables”, porque “para los vecinos no es negociable que se construya en las áreas verdes, y el interés especial de la fundación es construir en las áreas verdes”.
Para Gaso, hay que tener en cuenta las fotos aéreas de la zona, ya que “la gente no visualiza” que el área donde la fundación construiría “quedaría inutilizada”, porque, entre otras cosas, edificaría un “estacionamiento techado que les serviría a ellos y para el control de las sillas de niños”.
Por otra parte, Di Candia señaló a la diaria que históricamente la concesión del Molino de Pérez ha tenido “dificultades de cumplimiento” de quienes la tuvieron. Afirmó que la Cámara Nacional de Alimentación, que fue la última que gestionó el bien, estuvo más de un año y medio “queriendo devolverlo”, porque la IM tiene un nivel de requerimientos “bastante alto”. Por ejemplo, el mantenimiento del bien patrimonial “tal cual está”, con inversiones, y también de los alrededores del Parque Baroffio – donde se ubica el Molino–, además pagar la seguridad “del espacio y del entorno”. De hecho, Di Candia indicó que durante los dos meses en los que la IM se encargó del bien –antes de concederle la custodia a la Fundación Gonzalo Rodríguez, el paso previo mientras considera brindarle la concesión de uso– invirtió 15.000 dólares en seguridad privada, para que el edificio no fuera ocupado.
Di Candia explicó que la resolución de la IM de darle la custodia a la fundación, que se concretó en febrero (mientras se negociaba formalmente en la Comisión Especial Mixta de la Junta Departamental), “de alguna manera, sorteaba la dificultad de sostener el bien, y para la [fundación] Gonchi implicaba un paso [adelante] en la negociación”.
Además, aseguró que en las reuniones formales que han tenido en la Comisión Mixta, desde enero hasta la actualidad, “prácticamente había unanimidad de las partes” para dar la concesión. Además, señaló que cuando se presentaron el Concejo Municipal, el Vecinal y el alcalde en la Comisión Mixta, plantearon nueve requerimientos que ellos entendían obligatorios para cualquier concesión que se otorgara al Molino, y estos fueron derivados a la fundación, “para que se atuviera a cada uno de los criterios”, porque “en todo este proceso siempre intentamos que la concesión fuese de la mano de lo que el barrio y los vecinos organizados querían”.
Entre los puntos planteados, se pide que la propuesta a presentarse “no tenga implicancia económica ni un fin comercial como objetivo primordial”, y que se vele “por la preservación patrimonial y su entorno de influencia directa como espacio integrante del Parque Baroffio”.
En la reunión del jueves, los vecinos les pidieron a las autoridades de la IM que hagan un llamado para dar la concesión. Pero, según Di Candia, la IM explicó que su posición es que las concesiones sin fines de lucro las define la Comisión Mixta, “que ya tiene una integración suficientemente abierta, plural y democrática”.
“Nos vamos a reunir con Daniel [Martínez] en el correr de esta semana. Le plantearemos lo que nos marcaron los vecinos, y veremos cuáles son los pasos a seguir. Siempre hay intenciones de llegar a acuerdos. Nosotros no vamos a dar una concesión donde la organización llegue ya enfrentada con los vecinos”, agregó Di Candia.