El Consejo de Formación en Educación (CFE), que nuclea las carreras de formación docente de la Administración Nacional de Educación Pública (magisterio, profesorado, educador social, maestro/ profesor técnico, asistente técnico de primera infancia y asistente de laboratorios tecnológicos digitales), se propone modificar su carrera docente. Apunta así a desarrollar las estructuras académicas y priorizar la creación de cargos docentes en lugar de la elección de horas, la capacitación por sobre la antigüedad y a habilitar la concreción de actividades de investigación y extensión asociadas a los cargos.

A nivel interno, la reforma del estatuto del funcionario docente de la ANEP, en particular la del Capítulo XIV, “Del área de Formación y Perfeccionamiento Docente”, fue discutida en un grupo de trabajo integrado por representantes de la Asamblea Técnico Docente de Formación Docente, de la Intergremial de Formación Docente, del orden estudiantil, de los egresados y representantes del propio CFE. El miércoles 2, según informó El País, la propuesta fue elevada al Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, donde, según dijo a la diaria el consejero del CFE Luis Garibaldi, el documento tuvo “muy buena receptividad” y se manifestó “acuerdo general con el proceso”, aunque se propusieron algunos ajustes de redacción. Ahora el texto pasará a discutirse en la Comisión Permanente de Revisión del Estatuto Docente de ANEP y en la bipartita entre el Codicen y la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay. Según Garibaldi, como el documento surge de un acuerdo interno en el CFE, en principio no habría objeciones importantes y la reforma tendría posibilidades de aprobarse en un mes y medio.

De uno a cinco

El primer impacto que generará la reforma del estatuto será “la transformación de horas docentes en un proceso de creaciones de cargos”, lo que, según Garibaldi, implicará que haya un “conjunto importante de docentes que tendrán mayor estabilidad y dedicación a las tareas de enseñanza, investigación y extensión”. En un proceso que va a ser gradual, aseguró, los docentes dejarán de elegir horas para concursar por cargos. Estos cargos tendrán un grado académico, de uno a cinco -al igual que en la estructura universitaria-, y estarán asociados a distintas responsabilidades “en tareas de gestión, de investigación y de extensión, además de las de enseñanza”. “Es un cambio importante en la formación y formalización del trabajo docente y de la cultura institucional; ya no habrá llamados de corto plazo ni horas docentes acotadas a una asignatura, sino llamados a docentes que abarquen campos del saber más amplios que una asignatura”, explicó.

Los mecanismos de evaluación también cambiarán: habrá varias instancias de autoevaluación a cargo de los docentes responsables, de los estudiantes y también en función del plan de trabajo que presente el propio docente al momento de renovar su cargo. A los cargos se accederá por concurso y para cada grado habrá exigencias específicas; a partir del grado dos se requerirá contar “con estudios de posgrado o formación equivalente, o experiencia profesional cualificada”.

Hasta ahora, la antigüedad es el aspecto que determina en mayor medida el ascenso en el escalafón de la ANEP, que va desde el grado uno al siete y condiciona el sueldo y el orden en la elección de horas. De aprobarse la reforma, explicó Garibaldi, el pasaje de grado académico se realizará sólo por concurso, mientras que la antigüedad se contemplará únicamente para el salario.

El objetivo es culminar el año con los primeros concursos docentes en marcha, o al menos las bases acordadas. En primera instancia se llamará a concurso para grados dos, tres y cuatro, ya que el grado uno, de ingreso, “se irá imponiendo según las necesidades”, mientras que para los concursos para grado cinco “vamos a esperar a que haya mayor desarrollo y acumulación académica”, afirmó Garibaldi. De todas formas, el proceso no será inmediato; el consejero estima que implantar el mecanismo de concursos durará entre dos y tres años, y considera que no necesariamente se efectivizará a 100% de los docentes, ya que a la vez de ir creando la nueva carrera docente y estructura, “tenemos que asegurar que las clases se den, que los cursos se sigan desarrollando”.

Según Garibaldi, una tercera parte de los docentes del CFE tienen estudios de posgrado y, tomando en cuenta que la oferta de posgrados en educación “ha sido limitada en Uruguay”, se reconocerán los “cursos de distinto tipo que sabemos que han hecho los docentes”. En relación a la exigencia de tener el título de grado de formación en educación, el consejero aseguró que “la inmensa mayoría” de los docentes del CFE son titulados.

Rosana Cortazzo, presidenta de la ATD de Formación Docente, aseguró a la diaria que el colectivo ve “con una perspectiva muy positiva” el cambio en el estatuto. Deseó que la nueva estructura “permita dar viabilidad a efectivizar a los docentes que han permanecido en forma interina muchísimos años”, es decir, a aquellos que no tuvieron posibilidad de concursar en los últimos años.