Los ánimos siguen caldeados en Rivera con la destitución del director y del subdirector del hospital departamental, Andrés Toriani y Víctor Recchi, respectivamente. Los apoyos a la gestión de estos se multiplican. El domingo de tarde hubo una movilización en la ciudad de Rivera que reunió entre 130 y 180 vehículos, relató en diálogo con la diaria Juan Carlos Aguirre, representante de los usuarios en el consejo consultivo del hospital, quien afirmó que se trató de una movilización importante en la que la ciudadanía, sin banderas políticas, apoyó a los jerarcas destituidos. “Ni un paso atrás en la prestación del hospital de Rivera” fue el eslogan de la movilización, que la comunidad riverense continuará levantando. Aguirre rechazó que “una decisión burocrática sin un pensamiento social, sin pensar en el usuario” termine con los “derechos adquiridos” en los cinco años en que Toriani estuvo al frente del hospital.

Los jerarcas fueron observados por la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) por haber contratado técnicos y médicos utilizando el rubro Estudios Médicos. Aguirre sostiene que si bien pudo haber habido “errores administrativos”, no hubo ilícito. Asegura que el de Rivera pasó de ser un hospital de “tercer mundo” a un centro de “primer mundo”, y arroja cifras que grafican el beneficio: pasaron de hacerse 300 operaciones al año (con “listas de atraso de 1.400 personas”) a 3.000 por año; ahora tienen 16 pediatras y antes sólo tenían tres. Cuentan ahora con un buen cuadro de anestesistas cuando antes sólo tenían uno, había dos oftalmólogos y ahora cinco; el servicio de nefrología se compraba afuera del hospital, “hoy lo tenemos intramuros”, relata. Ahora tienen un CTI “que nos ahorra dos millones de dólares por año”, un “laboratorio de última generación” para el que ya “no hay que hacer cuatro o cinco horas de cola a la intemperie”, un moderno equipamiento de imagenología que les permitió ahorrar plata y dar resultados inmediatos a los usuarios. “Se dice que se gastó un millón y medio de dólares en dos años; sí, se gastaron, pero se ahorró por encima de cinco millones de dólares” por no haber tenido que comprar esos servicios a los prestadores privados. Como muestra, Aguirre arroja una cifra: una cirugía en el hospital de Rivera sale 15.000 pesos, y en la mutualista, 50.000. El representante de los usuarios cuestiona, además, al gerente general de ASSE, Richard Millán, porque reconoció “que en todas las instituciones de ASSE se extrapola TOCAF [Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera]. Ahora el problema es que Rivera había gastado mucho”, dice, sin saber si se trata de “una tomadura de pelo o una ironía, porque, si todas hacen lo mismo, ¿por qué se fijó a Rivera como único objetivo?”, pregunta. Transmitió que teme que el hospital retroceda y que vuelvan a comprarse los servicios a privados “para que nuevamente las instituciones privadas se hagan ricas”.

Funcionarios del hospital, jefes de servicio, médicos y usuarios acudirán mañana al Parlamento a reunirse con las bancadas de Unidad Popular, el Frente Amplio, el Partido Nacional, el Partido Colorado y el Partido Independiente, para mostrarles la documentación y pedirles “lo mínimo que tienen que dar, que es el derecho a defensa” de los jerarcas destituidos, informó a la diaria Ricardo Araújo, ex jefe de block quirúrgico del hospital. Sucede que el directorio de ASSE no habilitó el análisis de los argumentos presentados por Toriani, que debió haber sido hecho por un tribunal de Comisión de Apoyo, mecanismo mediante el cual fue contratado Toriani.