Eduardo Rubio (Unidad Popular, UP), Graciela Bianchi (Partido Nacional, PN), Manuela Mutti (Movimiento de Participación Popular, Frente Amplio, FA) e Ivonne dos Santos (Casa Grande, FA) participaron el miércoles en un debate sobre educación organizado por el colectivo La Baraja, un grupo de egresados de la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República (Udelar). Los invitados tenían cuatro temas para exponer: Rendición de Cuentas; universalización del acceso a la educación pública; formación docente y el nuevo paradigma de la educación, y medidas tomadas por las gremiales de la educación en el ámbito de las negociaciones políticas.
Los panelistas coincidieron en algunos puntos, como en reprobar la declaración de la esencialidad en educación, al igual que en agosto de 2015.
En cuanto a los recursos, Rubio reprobó que la Rendición de Cuentas priorice “un modelo de país donde la educación no ocupa el lugar que debería ocupar”. Señaló que “el objetivo de 6% [del Producto Interno Bruto, PIB] para la educación es imprescindible”, y que a la Udelar y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) sólo se les está otorgando 3,8% del PIB. “Si algo demuestra cuál es la importancia que le otorga un gobierno a la educación, es que le dé 7% de lo que solicitó la Udelar”, que hizo su pedido en base a lo que había acordado con el gobierno al inicio del período, graficó. Agregó que a la ANEP sólo le dio 25% de lo que había pedido y que hay una parte “que va directamente a las privatizaciones: a las PPP [obras de participación público-privada] en la educación, algo absolutamente indefendible”, dijo, mientras Bianchi, a su lado, asentía. ¿De dónde sacar recursos? Apuntó a “la resignación fiscal del gobierno por la ley de inversiones”.
Bianchi dijo que siempre ha discrepado con pedir un porcentaje del PIB para la educación, y que en lugar de plantear una proporción, que puede ser mucha o poca, hay que definir dónde hay que poner más énfasis y “comprometer al Estado para que esa cantidad de dinero siempre esté”. Coincidió con Rubio en que las partidas que se le están dando a la educación “realmente son muy insuficientes”, y que “hay de dónde sacar; depende del modelo de país que queramos”. Dijo que el PN rechaza a las PPP en la educación “porque no hay ningún aspecto de la educación que pueda ser privatizado, y mucho menos en el ámbito público”.
Mutti defendió el aumento de recursos que recibió la educación desde 2005, aunque reconoció que “falta más, montones”, y que hay que superar el 6%. Para eso propuso “meter en el debate público nuevamente” las exoneraciones fiscales a las empresas, a la educación privada, el impuesto a la herencia y la reforma de la Caja Militar. Incluso fue más allá. “No estoy de acuerdo con que exista educación privada”, dijo, y ejemplificó con que “en Finlandia no se tiene educación privada y esa plata va para la pública. Yo estoy convencida del concepto vareliano, donde todos nos sentamos juntos”, aseguró, luego de apelar a la uniformidad que dan la túnica y la moña.
Dos Santos opinó que “estamos en una situación de crisis”. Comentó que es necesario mirar los resultados, porque si bien ha aumentado la matrícula, sigue habiendo rezago y estudiantes que “no logran sentir que las currículas les sirven, y eso habla de contenidos”.
En cuanto a formación docente, Bianchi expresó: “Es cierto que se invirtió más, pero los resultados son un desastre”. Todos los panelistas coincidieron en la necesidad de crear la Universidad de la Educación (Uned), pero Bianchi adelantó que “el Partido Nacional no va a votar el proyecto de la Uned si se mantiene el criterio de autonomía y cogobierno”. Dijo que ella no tiene problema con la autonomía y el cogobierno de la Udelar, pero acotó que en formación docente “hay un proceso de fraccionamiento” de las asignaturas generales (pedagógicas) sobre las específicas. “Si se aplica ese criterio en la realidad actual de formación docente, estaremos consolidando un proceso de balcanización”, ilustró. Habló de “enfrentamientos personales que son de larga data”, y que “hace años” que no se llama a concurso para ocupar los cargos de materias específicas, por lo que se generó “una especie de dinastía que se ha ido consolidando”. El resto de los panelistas se manifestó a favor de la autonomía y el cogobierno en la Uned.
La participación en torno al Congreso Nacional de Educación fue otro punto mencionado, y hubo coincidencia en que lo que surja debe ser escuchado: “tenemos que revertir esa historia nefasta [...] de que ‘la participación no sirve de nada’”, advirtió Mutti.