La expectativa de Uruguay de conseguir ventajas comerciales para sus exportaciones a China mediante un acuerdo de libre comercio se diluyó casi completamente. En setiembre de 2016, el presidente Tabaré Vázquez anunciaba desde Nueva York la voluntad de su gobierno de firmar un acuerdo con el presidente de China para “iniciar ya los trabajos de implementación de un tratado de libre comercio [TLC] bilateral”. Tras las reuniones en China en octubre, reinó el optimismo entre los jerarcas uruguayos, y este estado de ánimo se mantuvo pese a las señales poco alentadoras que dieron Argentina y Brasil. En octubre de 2016, tras una reunión bilateral entre Vázquez y Mauricio Macri, el presidente argentino dejó en claro que su país prefería el camino de las negociaciones China-Mercosur antes de que Uruguay emprendiera conversaciones bilaterales. Durante la reunión de cancilleres del Mercosur en diciembre de 2016, la diplomacia brasileña también hizo saber su reticencia a otorgar flexibilidad a Uruguay para negociar directamente con el país asiático. En diciembre de 2016, en entrevista con el programa La mañana de la radio El Espectador, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, admitía la “resistencia” de los países vecinos a que Uruguay emprendiera el camino bilateral.
Sin embargo, el canciller Rodolfo Nin Novoa insistía en enero de 2017 en que el “no” de los socios regionales no había sido rotundo. “Nosotros hasta que los chinos nos contesten seguiremos firmes en nuestra determinación de llegar a un TLC, porque la competencia en materia de mercado está muy exigente. Hay países que van a entrar a China con los mismos productos con los que estamos nosotros, y vamos a tener una competencia desventajosa”, dijo Nin el 7 de ene- ro a radio Carve. Ese mismo mes, Astori advertía, en entrevista con Búsqueda, que China no firmaría el acuerdo de forma bilateral con Uruguay si había “contrariedad” de Brasil y del Mercosur en general. El 7 de agosto, según informó la agencia de noticias Efe, el consejero económico y comercial de la embajada de China en Uruguay, Zhou Quan, manifestó la voluntad de su país de negociar un TLC con el Mercosur o con Uruguay, pero sólo si este contaba con la anuencia del Mercosur.
En estas circunstancias, Uruguay resolvió plantear la posibilidad de una negociación Mercosur-China en el seno del bloque regional, pero la respuesta que recibió también fue negativa, dijo a la diaria un jerarca de la cancillería uruguaya. La fuente señaló que ha habido una reactivación de la agenda externa del Mercosur a partir de la asunción de Mauricio Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil, lo que se traduce en una intensificación de las conversaciones para un TLC con la Unión Europea, a raíz de una mejora en las ofertas de los socios grandes del Mercosur. Sin embargo, en la cancillería uruguaya ven con preocupación que no haya cambiado la postura de estos países sobre la flexibilización del bloque. Desde el primer período de gobierno del Frente Amplio, Uruguay les ha planteado a los otros miembros del Mercosur flexibilidades y excepciones a la decisión 32/00, que impide negociar preferencias arancelarias por fuera del bloque. “Argentina, Brasil y también Paraguay están en contra de la flexibilización. Además, Argentina y Brasil no están interesados en negociar como Mercosur con China, y por más que Uruguay ha manifestado su interés en trasladar la negociación al Mercosur, por el momento no hemos tenido apoyo”, explicó la fuente consultada.
En cambio, sigue su curso la negociación del Mercosur con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio, integrada por Austria, Dinamarca, Reino Unido, Noruega, Portugal, Suecia y Suiza. Esta semana se realizará la segunda ronda de negociaciones en Ginebra.
Por otra parte, pese a los obstáculos regionales para un TLC con China, la misión uruguaya que viajó a ese país el año pasado tuvo como resultado una intensificación de las relaciones bilaterales en el área agropecuaria, fundamentalmente. En mayo de este año, luego de una visita a China, el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, anunció la voluntad del país asiático de instalar en Uruguay un laboratorio de certificación de carnes de alcance regional, lo que se suma a la cooperación ya existente en materia de investigación en soja, por ejemplo. Ese mismo mes se firmó un convenio entre el municipio de La Paloma y la provincia china pesquera de Zhousan. Desde ese mes hasta ahora, funcionarios chinos de políticas agropecuarias han visitado en varias instancias Uruguay por distintos temas, dijo a la diaria el director de la Unidad de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ganadería, Rodolfo Cammarosano.