“Lo echaste todo a perder / por una noche de placer; / mi cuerpo y mi alma / te dicen adiós”, dice “Ponerme la 10”, la cumbia de El Super Hobby y Lucas Sugo que sale por los parlantes. Están probando el audio. La icónica foto de Aparicio Saravia de poncho parece que se moviera con distintos tonos azulados. Están probando las luces. Jorge Larrañaga aparece en una pantalla y se va rápido. Están probando el video. El busto serio de Wilson Ferreira Aldunate parece cuidar la barra improvisada en una esquina. Un cartel dice que se prohíbe la venta de alcohol a menores de 18 años. El refresco sale 30 pesos, la cerveza 70 y el whisky 80. Eso todavía nadie lo probó, porque la fiesta de cierre de campaña de las elecciones de jóvenes blancos aún no comenzó.

La sala principal de la Casa del Partido Nacional (PN) se va transformando en un boliche. El diputado Jorge Gandini intenta mover los pies al ritmo de “Reguetón lento”, de CNCO, y se ríe con un grupo de jóvenes. 23.000 candidatos, de entre 14 a 29, se inscribieron para las elecciones, que se celebrarán el sábado. Será el evento electoral más importante que vivirá el partido hasta 2019. Los jóvenes elegirán sus autoridades nacionales, departamentales y a un directorio juvenil de 15 representantes, del que saldrá el presidente de la juventud. Y por si esto fuera poco, dos de ellos se sentarán en la mesa grande del Honorable Directorio del PN, con voz, voto y afines. Será una oportunidad para medir fuerzas.

“Si hay algo que se mueve mucho en el PN son las redes, así que pongan el hashtag ‘se cierra fuerte’”, dice la presentadora. Y sí, las redes nacionalistas se mueven mucho, pero a veces a ritmo de una canción no deseada. “Se pagará $200 pesos por persona, si traes a alguien $500”, decía la captura de pantalla de un mensaje de Whatsapp que se movió por las redes esta semana y que supuestamente tenía relación con las elecciones de jóvenes blancos.

“Decían que nosotros estábamos comprando votos. Eso no solamente es mentira, sino que es una inmundicia que se está haciendo con el PN”, retrucó el senador Luis Alberto Heber, presidente del directorio blanco. Luego de los aplausos agregó que, ante la pregunta de si alguno de los muchachos blancos está haciendo eso –comprar votos–, él contesta: “Yo conozco a mis muchachos y pongo las manos en el fuego [por ellos]. Y si a uno llego a no conocerlo, me van a conocer a mí, porque queda claro que es para enchastrar una elección. A esos les vamos a responder con votos convencidos”, concluyó Heber, que luego dio paso a la fiesta con la cumbia de Valeria Gau y Castigados por Amor. Unas gurisas se pasean por la sede nacionalista convertida en pista para la ocasión–, botella de cerveza en mano. A esta altura de la noche, ya no queda más nada por probar.