El Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) apoya varios programas de capacitación de distintas organizaciones. Este año financió parte del viaje que 18 estudiantes de la institución educativa Los Pinos (administrada por el Opus Dei) hicieron a Brasil. Los jóvenes de entre 18 y 25 años fueron a la 29ª Feria de la Industria Eléctrica, Electrónica, Energía y Automatismo, y visitaron tres empresas, una en Porto Alegre y dos de San Pablo. Ayer Inefop reconoció el compromiso de los estudiantes en un acto en el que participaron las principales autoridades del organismo.

En el marco de la actividad, Eduardo Pereyra, director general de Inefop, dijo que este año esperan llegar a las 100.000 intervenciones entre cursos regulares y capacitaciones a distancia. En 2016 el instituto llegó en total a 46.000 personas, “un piso ocho veces superior al de 2013 y 2014”. “En esos años los beneficiarios fueron entre 14.000 y 18.000 personas”, aseguró. Pereyra dijo a la diaria que, en promedio, 40% de las personas que pasan por los cursos se insertan en el mercado laboral. No obstante, aseguró que 60% de las intervenciones son con trabajadores activos. “Lo que logramos es que tengan mayor estabilidad y que, entre otras cosas, manejen nuevas tecnologías”, especificó.

El fin y los medios

Ismael Fuentes, representante del PIT-CNT en Inefop, aseguró a la diaria que el viaje de los estudiantes de Los Pinos tuvo la intención de acercarlos a las nuevas tecnologías. Los Pinos es una institución que brinda cursos a niños, adolescentes y adultos varones del barrio Casavalle. “Nosotros tenemos un relacionamiento con Los Pinos desde hace tiempo. Ayudamos a esta y otras instituciones que juegan un papel importante porque trabajan con chicos de contexto crítico. Esto significa marcar el camino de que hay una perspectiva y otra forma de llevar adelante la vida en un barrio muy complejo, en el que prima la delincuencia. Instituciones como Los Pinos incluyen a los sectores con más dificultades, y por eso tienen el apoyo de Inefop”, explicó. Sobre el apoyo a emprendimientos que tengan como foco a las mujeres, dijo: “Ayer [el miércoles] discutimos un proyecto con la gente del Sindicato Único de la Aguja que trabaja en el Instituto Nacional de Rehabilitación, donde se está capacitando a las mujeres en situación de reclusión para que puedan salir y hacer frente a la vida”.

Rosana Perdomo, representante en Inefop de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas, dijo ayer que el viaje fue importante porque “ver un mundo nuevo, como puede ser la feria o la realidad de otro país, sirve para que [los jóvenes] puedan elegir. Hay veces que no conocer distintas realidades nos limita en la toma de decisiones. Uno camina y el horizonte se empieza a ampliar”.

Pablo Bartol, director ejecutivo de Los Pinos, dijo a la diaria que la mitad del dinero del viaje fue aportada por Inefop, mientras que otro porcentaje se obtuvo gracias a la venta de rifas que hicieron los estudiantes, y una parte menor la aportó su institución. La invitación surgió de la Organización Independiente de Técnicos Industriales del Uruguay (OITIU). “Lo lindo es que esto vino desde OITIU para los profesores y, de entrada, todos dijimos: ‘Esto puede ser muy removedor, les va a volar la cabeza’”, contó. La idea del actual director ejecutivo de Los Pinos es que en el futuro su sucesor pueda ser un ex estudiante, una persona “del barrio”. Aseguró que esa persona no necesariamente tendría que pertenecer al Opus Dei; “Guzmán Nión, el subdirector, ni siquiera va a misa los domingos. Eso te dice todo”, comentó.

Con relación a la inclusión de mujeres en los programas educativos, afirmó que se incorporarán cuando esté pronto un nuevo edificio, diseñado por el arquitecto Carlos Ott. “Ha sido un tema histórico. El sector al que nos dedicamos es el industrial. Queríamos llegar a jóvenes que tenían sus expectativas laborales descendidas. Los referentes que tenían eran negativos, y queríamos romper con ese círculo vicioso”, agregó.

El agradecimiento

la diaria habló con algunos de los jóvenes que viajaron y todos coincidieron en la importancia de Los Pinos en el barrio. Muchos aseguraron que después de terminar sus estudios ayudarán a la institución como una forma de retribución. La mayoría dijo que cuentan con el apoyo de sus familias, pero si no es así, en Los Pinos los contienen. “Desde los profesores hasta los cocineros, se nota que les gusta ayudar a la gente”, comentó uno.