Un muchacho de 21 años, preso en la Unidad Penitenciaria 4, ex Comcar, fue asesinado el domingo de noche por otro recluso. La disputa fue por un celular y terminó saldándose con la herida provocada por un corte carcelario. Estaban recluidos en el módulo 11, destinado a jóvenes primarios en el delito. Según supo la diaria, cada uno estaba en su celda, pero rompieron rejas que son fáciles de romper. Las condiciones de hacinamiento hablan por sí solas, y poco pudieron hacer. Allí hay recluidas casi 500 personas, con poco personal de guardia y, para variar, sin muchas actividades para hacer, puesto que “con suerte” salen al patio cada 15 días. “Nuevo homicidio en módulo 11 del Comcar. Urge programa socioeducativo integral”, tuiteó ayer la oficina del Comisionado Parlamentario para el Sistema Penitenciario y, por si quedaban dudas, explicó luego “ausencia de programas socioeducativos genera enorme violencia”, citando las Reglas Mandela.

Esta muerte se suma a dos suicidios que ocurrieron en menos de un mes en ese mismo módulo. En las cárceles uruguayas, en lo que va del año, el comisionado ha contabilizado nueve homicidios, ocho suicidios y diez muertes por enfermedad.