“Nos bajamos, lamentablemente, por el choque tan fuerte que hay entre la ley de Inclusión Financiera y la ley de Control y Regulación del Cannabis. Nosotros no queremos estar en el medio de algo que nos parecía bueno al principio”, dijo a la diaria Esteban Riveira, propietario de la farmacia Pitágoras (Malvín), que hoy se reúne con el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) para que le den la baja oficial de la venta de marihuana. El local tuvo problemas con el banco Santander, que le había dado un plazo de 30 días antes de cerrarle la cuenta definitivamente por estar vinculada a la venta de cannabis. Por lo tanto, quedarán sólo tres farmacias que venden marihuana en Montevideo.
Según fuentes de Presidencia, no hay soluciones “a corto plazo” para la suspensión de las cuentas, por lo que el gobierno está trabajando en la construcción de posibles alternativas. Ayer, Juan Andrés Roballo, prosecretario de Presidencia y presidente de la Junta Nacional de Drogas, se reunió con Pablo Durán, abogado del Centro de Farmacias del Uruguay (CFU). Riveira señaló que desde el gobierno les plantearon que se bancaricen por una cooperativa o que usen “el sistema de Estados Unidos”, que sería tener una empresa exclusiva para vender marihuana. El propietario de Pitágoras indicó que “bancarizar las farmacias por el lado cooperativo es casi inviable”, y que necesita “urgente un banco”. Además, dijo que él había propuesto la idea de vender la marihuana en un local destinado sólo a eso, sin bancarización.
En cambio, ninguna de las 12 farmacias que dispensan cannabis en el interior del país tuvieron problemas con sus cuentas bancarias, aseguró a la diaria Miguel Taberne, prosecretario de la Asociación de Farmacias del Interior (AFI), quien además vende marihuana en su farmacia de Trinidad (Flores). Explicó que los 12 farmacéuticos están en contacto permanente mediante un grupo de Whatsapp, y que si alguno hubiera tenido complicaciones con las cuentas bancarias, “obviamente que saldríamos a defendernos, pero hasta ahora no hemos tenido problemas”, dijo, e informó que la mayoría de los propietarios tienen cuenta en el Banco República (BROU). “Nosotros nos vamos a entrar a preocupar cuando alguien del BROU nos diga que en el interior vamos a tener problemas. Pero en el grupo que tenemos, la mayoría decidió que nos hundimos con el barco”, agregó Taberne.
A su vez, el dirigente de AFI aclaró que ellos no tienen “nada que ver” con el CFU; que respeta a su presidente, Jorge Suárez, pero “debería aclarar que representa a cuatro farmacias y que no habla en representación de todas”. Además, Taberne señaló que su organización no se reunió “ni con el Poder Ejecutivo ni con nadie”. “En el interior somos totalmente independientes. Nucleamos más farmacias, y los problemas que puedan tener los colegas de Montevideo no los tenemos”, enfatizó.
En la misa y en la procesión
Hace una semana, el semanario Búsqueda publicó que Alejandro Antalich, además de ser vicepresidente de CFU –y uno de los voceros sobre la venta de marihuana–, es director ejecutivo de International Cannabis Corp (ICC), una de las dos empresas que produce la marihuana que se vende en farmacias. Es por esto que al cierre de esta edición, integrantes de la Cámara Uruguaya de Farmacias y Afines (CUFA) estaban reunidos para redactar un comunicado y así “despegarse” de la doble relación de Antalich.
Alfredo Quintans, de CUFA, señaló que el hecho tiene “apariencia de ser un conflicto de intereses”, y que su gremio no estaba “ni cerca” de tener conocimiento de esa situación. Además, dijo que “nada” vincula a su organización con la CFU, y que operan “de forma totalmente independiente”. No obstante, indicó que tienen objetivos en común, como la lucha contra la venta ilegal de medicamentos. “Vamos a pedirle explicaciones directamente al presidente del CFU para que se expida sobre este tema, llegue al fondo del asunto y nos dé las razones”, indicó Quintans. Según dijo, les “cuesta visualizar” en qué posición está Antalich “cada vez que hace declaraciones”, aunque admitió que hasta el momento no encontraron que públicamente él “hable por las farmacias y en otro momento por la empresa”. “Pero es bastante complicado de entender cómo puede ser el vocero del punto de venta de un producto mientras es el CEO [director ejecutivo] de la empresa que lo produce”, señaló.
Quintans también subrayó que suele haber confusión entre las tres gremiales que agrupan a las farmacias de todo el país. CFU fue la primera, pero hace años hubo una división y entonces nació AFI –con 480 farmacias asociadas en el interior–, porque en su operativa “tenían distintas problemáticas para abordar”. Y hace tres años se fundó CUFA, que nuclea a las principales cadenas, como Farmashop y San Roque.
Ninguna de las farmacias asociadas a CUFA vende marihuana actualmente. Quintans dijo que la cámara dejó en libertad de acción a las farmacias y que hay dos componentes a la hora de decidir ingresar en el sistema de venta: uno es comercial y el otro es ético, de acuerdo “a la visión del dueño de cada farmacia”. “Cada uno nos hizo llegar su visión de que, de momento, no”, subrayó.