La Comisión Especial de la Ley 18.596, de reconocimiento y reparación a las víctimas de la actuación ilegítima del Estado entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985, colocó ayer una nueva placa de la memoria, esta vez en la escuela 17 de la ciudad de Young, departamento de Río Negro, a la que concurrió durante su niñez Luis Eduardo Chiqui González, detenido el 13 de diciembre de 1974 y cuyo cuerpo permanece desaparecido. Asistieron a la ceremonia unas 150 personas, entre ellas el intendente de Río Negro, Óscar Terzaghi, y el diputado del Frente Amplio Constante Mendiondo.

Uno de los vecinos promotores de la idea, el veterinario Franklin Gómez, contó a la diaria que González “era un chiquilín que se había sentido feliz de vivir en Young y de haber ido a la escuela 17. Era un muchacho de hacer muchos amigos, y la familia pensó rápidamente que lo ideal era colocar la placa en ese lugar”. “Pensamos que es un lugar importante, porque los niños van a leer el texto de esa placa y [saber] que ocurrió una historia que hay que aprender y superar. Es un punto de reflexión”, agregó Gómez. La placa dice: “A esta escuela concurrió Luis Eduardo Chiqui González, detenido, torturado y desaparecido durante la dictadura cívico militar. Nunca más Terrorismo de Estado”.

González, que se fue a Montevideo a estudiar, era militante estudiantil y del Partido Comunista Revolucionario. Fue detenido en su domicilio junto a su esposa Elena Zaffaroni, que estaba embarazada, y ambos fueron llevados al Regimiento de Caballería Nº 6. Posteriormente, a partir de las gestiones de sus familiares para intentar localizarlo, la División de Ejército Nº 1 emitió un comunicado en el que se sostenía que el 26 de diciembre de 1974 Luis Eduardo González se había “fugado de un procedimiento en ocasión en que reconocía un lugar”, según informó Agesor.

Gómez contó a la diaria que la Comisión para la Paz, conformada por el entonces presidente Jorge Batlle, informó a los familiares de González que este fue torturado en el Regimiento de Caballería Nº 6, donde falleció por esa causa. Luego fue enterrado en el Batallón de Infantería Paracaidista Nº 14 de Toledo y en 1984 sus restos fueron exhumados y sus cenizas lanzadas al mar en la zona de la Playa del Cerro, en la operación conocida como “Zanahoria”, instrumentada por el régimen para ocultar los restos de las personas a las que habían asesinado.