Existe desde 2012 y miles de trabajadores y empresas la conocen y la usan, pero recientemente se decidió redoblar la apuesta: ante el avance de la tecnología, Vía Trabajo, llamada coloquialmente “la consultora del Estado”, necesita seguirle el ritmo para ser considerada tanto por trabajadores como por empresas. El coordinador del programa, Miguel Reverditto, técnico de la Dirección Nacional de Empleo (Dinae) del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), habló con la diaria acerca de la evaluación a cinco años de la puesta en marcha de este sistema de intermediación laboral, y de los desafíos que se presentan a futuro.

Vía Trabajo se introdujo en el mundo digital a mediados de diciembre de 2012, gracias a los fondos de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC), donde comenzó como un proyecto de incubación en 2009. Su objetivo es servir a la ciudadanía en la búsqueda de empleo, facilitando a las personas tanto el acceso a ofertas laborales como, en caso de necesitarlo, a orientación y capacitación, mediante un acuerdo con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop).

Para bajar el concepto a tierra, se trata de una plataforma informática ubicada en viatrabajo.mtss.gub.uy, que ha reunido en un mismo lugar el ofrecimiento de mano de obra desocupada creando una base de datos con alcance nacional que sirva para la demanda laboral de las empresas, bajo el monitoreo de los técnicos de la Dinae que sirven de facilitadores en el proceso de búsqueda laboral.

La herramienta se dirige a tres públicos de interés: los trabajadores podrán ingresar al portal con su cédula y registrar su trayectoria educativa y laboral, así como indicar sus intereses de empleo y capacitación; las empresas del sector privado podrán acceder mediante su número de RUT registrando su caracterización (sector económico y tamaño) y su demanda de trabajo; y las personas o instituciones que realicen trabajos de capacitación podrán realizar propuestas de cursos, el seguimiento de las ofertas y la gestión de los cursos asignados.

En el caso de las personas, según los datos colocados en el perfil, los técnicos de la Dinae emplearán distintos mecanismos para abordar la situación laboral, en caso de que lo requiera. “A veces la persona necesita orientación laboral y entonces realizamos una entrevista en la que presentamos información actualizada sobre el mercado laboral, las posibilidades que hay, y trabajamos desde el perfil de la persona en identificar fortalezas, aspectos a mejorar, así como los factores que facilitan u obstaculizan la búsqueda de trabajo. Armamos el currículum, trabajamos sobre la entrevista laboral y lo que haga falta para encarar el proceso de selección”, explicó Reverditto sobre estas instancias, que se hacen tanto a nivel individual como en forma de talleres grupales.

Además, existen otros programas, que abordan la certificación de competencias laborales y la culminación de ciclos educativos. “El ministerio siempre tuvo políticas activas de empleo –el servicio de orientación e intermediación laboral siempre existió– y lo que se busca es dar apoyo a aquellas personas que tienen dificultad de acceso al mercado de trabajo, ya que muchas veces estos no encuentran asistencia en el sector privado”, explicó Reverditto, que sostuvo que si bien en principio se apunta a aquellos que necesitan alguna ayuda en la búsqueda de empleo, no todos los usuarios del portal necesitan asistencia de los técnicos.

Mismo fin, distinto medio

La segunda puerta de entrada es a las empresas. Cuando se ingresa alguna solicitud, el sistema hace un “cruce informático” entre lo que se está buscando y lo que han ofrecido las personas, y a partir de eso “se dispara una notificación” en las oficinas de la Dinae, donde los técnicos, además de comenzar con el proceso de selección, verifican, mediante las cuentas del emprendimiento en organismos como la Dirección General Impositiva y el Banco de Previsión Social, que esté habilitado para brindar un empleo de calidad.

Más allá de facilitar el encuentro entre quienes están buscando trabajo y quienes quieren contratar, el programa se propone servir a las políticas de empleo nacional, lo que implica que, frente a la solicitud de la empresa, los técnicos aborden otros aspectos de la demanda laboral, como los estereotipos de género o la discriminación etaria. “Hay veces que nos piden sólo mujeres o sólo hombres para determinado puesto de trabajo, y ahí tratamos de indagar en los motivos y de presentar la posibilidad de otras alternativas, muchas veces mostrando perfiles que creemos que son indicados para el puesto más allá de –en este caso– su género, pero también nos pasa con el tema de la edad, cuando no quieren jóvenes o mayores de, por ejemplo, 40 años”, contó Reverditto.

“Sin desmerecer el trabajo que puede hacer una consultora, en este sistema tenemos un valor agregado, porque mientras que las consultoras simplemente responden a la solicitud del cliente, nosotros buscamos ir a más”, opinó, dando cuenta de que los resultados “confirman que, más allá de que hay ciertas resistencias, en la mayoría de los casos la respuesta de las empresas a estas intervenciones resulta positiva e incluso llegan a aceptar la propuesta”.

Las vulnerabilidades de los jóvenes y mujeres, que cuentan con los mayores índices de desempleo en el país, también se atienden mediante los programas Empleo Juvenil y Objetivo Empleo, ambos de subsidio al contrato; de jóvenes de entre 15 y 29 años en el primero, y de mayores de 30, con una discriminación positiva hacia la contratación femenina, en el segundo. Cuando una empresa ingresa un llamado laboral, tiene la posibilidad de marcar una casilla si quiere que sea mediante de alguno de estos programas.

Cuando la Dinae hace el proceso de selección, que tiene como premisa la presentación de tres personas por cada puesto de trabajo a ocupar, la empresa recibe los informes de cada postulante con los aspectos más destacados en relación al cargo solicitado e información que permita su ubicación. Entonces es cuando la Dinae se retira del medio, ya que la selección final del futuro trabajador queda en manos de la empresa.

Hay 27 centros técnicos operando en todos los departamentos del país, en los que trabajan un total de 85 funcionarios, que realizan un seguimiento personalizado de las personas en la base de datos. Cada una está asociada a una trayectoria que registra el proceso de su búsqueda laboral. “En general, nosotros ya tenemos un conocimiento de estas, sea porque las conocemos o porque leemos en el registro las intervenciones que se han hecho, y eso nos permite hacer una mejor selección”, sostuvo el técnico.

Contrario a lo que suelen esperar las empresas, el proceso de selección no llega a durar, en general, más de diez días hábiles. “Sabemos que instalar este tipo de dispositivo implica superar cierta tendencia inercial de las instituciones, pero es necesario, porque los tiempos de las empresas son otros”, consideró Reverditto.

La base de datos actual –a julio de este año– cuenta con 116.226 personas y 1.358 empresas, la mayoría vinculadas a los sectores de comercio, servicios e industria manufacturera, generalmente radicadas en la zona metropolitana y de pequeño o mediano tamaño. El servicio, tanto para personas como empresas, es en todos los casos gratuito, en todo el territorio nacional.

Multicanal

El 16 de agosto se hizo un relanzamiento de la herramienta, con el objetivo de difundir una nueva incorporación: la posibilidad de que empresas y trabajadores realicen de manera autónoma su inscripción mediante la página web. “Era algo que teníamos que facilitar, porque es parte del avance tecnológico”, afirmó Reverditto.

“La alta digitalización que tiene el país es una fortaleza que tenemos que aprovechar, y por eso el siguiente paso que nos proponemos es el lanzamiento de la plataforma multicanal”, agregó. Esto implica la programación de una aplicación para uso de las personas “facilitando el acceso al programa a todos los puntos del país”. “Una herramienta web ya es de por sí accesible, pero queremos mejorar la cobertura aun más”, explicó. Al momento, hay un mayor uso del servicio en los puntos más poblados del territorio, y se apunta a ir más allá. “No sólo se busca que no sea necesario el traslado a la capital departamental más cercana, sino el traslado en sí”, expresó.

Además, se pretende incorporar otros servicios que incrementen el nivel de actividad. “Hay muchos que dejan los datos desactualizados o que pierden la costumbre de contacto, entonces queremos diseñar algo de manera que, cuando están buscando alguien de tu perfil, te llegue un mensaje, un correo o una notificación, al celular o la tablet, y así se pueda dar un seguimiento mejor y más agilizado”, concluyó.