Este jueves se realizará el primer Plenario de la Industria y Cultura en la sede central del PIT-CNT, convocado por la Asociación de Productores y Realizadores de Cine del Uruguay (Asoprod) y Gremio Cine, que nuclea a los técnicos del sector audiovisual. Será la primera vez que se reúnan todos los actores del sector, y el tema central, según informó Asoprod en un comunicado, será el destino de los impuestos que se impondrán a la plataforma de servicios audiovisuales Netflix a partir de 2018.

La Rendición de Cuentas aprobada por la Cámara de Representantes el viernes, que ingresó al Senado ayer, considera de fuente uruguaya –y, por tanto, pasibles de tributar– las rentas obtenidas por empresas no residentes en el país que presten servicios por medio de internet a personas residentes en Uruguay. El proyecto establece que, “salvo prueba en contrario”, se presumirá que el consumidor del servicio se encuentra en Uruguay cuando el pago por medios electrónicos se realice desde el país. Si tanto la empresa oferente como la demandante del servicio se encuentran en el país, las rentas se considerarán 100% uruguayas, mientras que si sólo el demandante está en el país –como en el caso de la plataforma audiovisual Netflix– las rentas se considerarán 50% uruguayas. Estas plataformas deberán tributar en algunos casos el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas y en otros el Impuesto a las Rentas de los No Residentes.

Los productores audiovisuales reclaman que lo recaudado de los tributos a Netflix se destine a fomentar la industria local. “La reivindicación de que se empiece a gravar las plataformas es una reivindicación de varios años a nivel mundial. Nosotros desde siempre hemos venido manejando con el sistema político la posibilidad de establecer un gravamen que fuera al Fondo de Fomento (del Instituto de Cine y Audiovisual del Uruguay –ICAU–)”, dijo a la diaria Francisco Magnou, de Asoprod.

El comunicado de Asoprod comienza advirtiendo que “las fuentes laborales se están transformando y tecnificando, y la falta de políticas de Estado estructurales, reglas consensuadas y herramientas de promoción actualizadas a los tiempos que corren son algunas de las razones que limitan el desarrollo de quienes producen y generan trabajo y cultura en Uruguay”. Agrega que la producción de contenidos nacionales “necesita de recursos genuinos y estables para autofinanciarse” y que la principal herramienta de promoción de la industria audiovisual, el Fondo de Fomento del ICAU, “día a día pierde su valor porque no se ajusta por IPC [Índice de Precios al Consumo]”.

Magnou sostuvo que debe darse una discusión a fondo sobre el futuro del trabajo en Uruguay, teniendo en cuenta la pérdida de fuentes laborales en la industria manufacturera. Agregó que se precisan políticas públicas que “apuesten a otro tipo de fuentes laborales, con valor agregado, con tecnificación”, y que en ese sentido el sector audiovisual tiene un “gran potencial”. “En muy pocos años, con un pequeño estímulo del Estado, el sector ha tenido un gran crecimiento”, afirmó.

Los productores cuestionan también que el gobierno uruguayo no le exija a Netflix incorporar contenidos locales a su plataforma, como sí lo hacen Argentina, Brasil y Colombia en la región, y que la inmensa mayoría del contenido audiovisual que se emite en las diversas plataformas sea extranjero. “El lenguaje audiovisual es la herramienta más poderosa que tienen las sociedades de hoy para identificarse, verse y entenderse, para enseñar y aprender, para perseverarse, recrearse y proyectarse al futuro”, señala Asoprod.

Magnou hizo notar que cuando se discuten estos temas, en general, sólo se presta atención al aspecto económico y no al vinculado a la cultura y la identidad nacional. El representante de Asoprod apuntó que en Europa se les está exigiendo a las plataformas que 30% de su catálogo sea de contenido local, en Brasil se discute sobre el 20%, mientras que en Uruguay “eso ni siquiera está en discusión”. Cuestionó que Antel negocie con Netflix “a puertas cerradas”, sin que los productores locales puedan participar, y que “gaste y promocione a una empresa cuya inmensa mayoría de recaudación no queda en el país”. “Y ni siquiera se discute. Eso es lo más terrible. El ICAU se enteró por la prensa de lo que estableció la Rendición de Cuentas”, aseguró Magnou. Según explicó, el plenario será una oportunidad para que una “gran masa de trabajadores que no están institucionalizados” puedan debatir sobre estos temas.