El núcleo de base del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) había levantado, temporalmente, el jueves 17, el conflicto en el Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME 105) de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) mientras aguardaba la propuesta que haría la administración. Pero esta no satisfizo a los médicos, que el martes, reunidos en asamblea, resolvieron volver a declarar el conflicto, retomar las medidas gremiales y pedir una auditoría que dé luz sobre el funcionamiento del servicio, informó a la diaria Helena Terán, delegada del núcleo de base del SMU en SAME 105.

En junio, médicos y funcionarios de SAME 105 pidieron públicamente la renuncia del director del servicio, Federico Borde, y de su equipo de gestión. El diálogo está cortado entre las partes. “Desde octubre [de 2016] queremos hablar con el director y nunca pudimos hacerlo, sólo una vez pudimos, cuando ASSE lo obligó”, declaró Terán. El problema se ve en la asistencia: según los delegados del SMU, de los 14 móviles de emergencia de ASSE sólo funcionan cuatro, debido a la falta de recursos humanos: hay 3.000 horas de médicos sin cubrir. Denuncian, además, que se llega tarde a los llamados y eso, junto a la sobrecarga de trabajo, provocó la renuncia de muchos médicos y que otros no quieran asumir.

La propuesta que pretendía destrabar el conflicto se la entregó el gerente general de ASSE, Richard Millán, a los referentes del SMU. “No fue buena. Proponían un cargo que entendimos como intermedio, porque la descripción del cargo es la descripción del director del servicio. Entonces iban a quedar dos cargos con la misma función. Esa persona sería el interlocutor”, consideró Terán, quien dio cuenta de que se proponía crear un cargo similar al de un subdirector. “Entendimos que se iba a pagar un cargo más. No tiene sentido. No estamos pidiendo que pongan un cargo más ni que se le pague a alguien más: eso es malgastar los rubros que tenemos. Nosotros estamos pidiendo más médicos y mejores condiciones laborales”, agregó. Según la doctora, las autoridades de ASSE reconocen el problema pero “no están dispuestas a sacar a sus directores porque los trabajadores se lo pidan”.

La auditoría requiere autorización de la propia ASSE, y por lo general la encargada de hacerla es la Junta Nacional de Salud del Ministerio de Salud Pública. “Pretendemos que se tomen todos los indicadores de salud de emergencia prehospitalaria, y con eso se haga un diagnóstico que determine si realmente el servicio que estamos brindando es o no es el servicio que tenemos que brindar. Queremos mostrarles a las autoridades de ASSE y al usuario en general que el servicio es pésimo”, dijo. El gremio entiende que tener esa comprobación “es importante para que ASSE tome una resolución”, expresó Terán.