Hoy desde las 10.00 se llevará a cabo un paro general parcial del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) con concentración frente a la fábrica de pinturas y recubrimientos Sherwin Williams, ubicada en María Orticochea casi Eugenio Garzón. A las 12.00 el STIQ será recibido por la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados y a las 14.30 habrá una tripartita en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), que será acompañada por una movilización de todo el gremio.

Sherwin Williams, multinacional estadounidense que tiene su casa matriz en Cleveland, comunicó el viernes el despido de 57 trabajadores de su planta industrial. En un comunicado emitido el sábado, la firma informó que “a partir de una evaluación de sus operaciones de fabricación en todo el mundo, y tras la adquisición de Valspar Corporation [otra multinacional estadounidense que elabora pintura], decidió cerrar su planta industrial en Uruguay al tiempo que apuesta a mantener y desarrollar su actividad comercial a través de sus tiendas propias y su red de distribución”.

La empresa comunicó que el “abastecimiento de los productos que la planta fabricaba será cubierto por la planta de la empresa en Brasil y otras de la región”, y que “lamenta la situación de los trabajadores afectados por este cierre, reconoce los años de dedicación y trabajo conjunto y se compromete a brindarles un programa de asesoramiento laboral desarrollado para apoyarlos en su reinserción laboral”.

Pero para Sebastián Azpiroz, uno de los secretarios generales del STIQ, no se trata de una empresa que diera pérdidas, ya que colocaba toda su producción en el mercado local. “Capaz que no ganaban lo que ellos querían, pero perder, no perdían”, afirmó.

Ayer, una delegación del STIQ se reunió con asesores del Ministerio de Industria, Energía y Minería para “informar sobre la situación y lo que ha pasado hasta ahora”, y denunciar ante esta cartera que “había operarios que trabajaron hasta el viernes, pero se les había dado de baja del Banco de Previsión Social antes”. Azpiroz volvió a denunciar que ese día, después de que la empresa comunicó la decisión del cierre, mientras en la puerta de la planta los trabajadores afiliados al STIQ hacían una asamblea y los delegados sindicales estaban reunidos en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, una empresa de seguridad que fue contratada especialmente desalojó a los trabajadores no afiliados que aún estaban desempeñándose dentro de la fábrica. Agregó que todavía hay pertenencias de quienes estaban afuera en los guardarropas de la planta. Ayer la empresa dio otra versión mediante su representante de comunicación, aclarando: “Respecto a las últimas declaraciones aparecidas en distintos medios, la empresa quiere aclarar que no hubo desalojo ni represión alguna en ningún momento. Todo lo actuado se ha realizado cumpliendo con la normativa y velando por la seguridad de las personas”.

Según Azpiroz, el viernes el STIQ le solicitó a la empresa “un cuarto intermedio”, que detuviera los despidos y que “no los efectivizara en plata”, con la idea de establecer un ámbito de negociación, algo “que la empresa no hizo”. “Sherwin Williams violó el convenio colectivo porque las cláusulas de paz establecen expresamente que ante cualquier reestructura o posibilidad de cierre la empresa debe comunicarse con el sindicato de rama para buscar una salida lo menos dolorosa posible e intentar buscar soluciones al tema”, explicó el dirigente del STIQ.

El STIQ pretende que “en la medida de lo posible se conserven los puestos de trabajo”. “Hay un montón de cosas que se pueden hacer que la empresa ni siquiera evaluó. No nos dio la chance para presentar una plataforma de salidas. Se puede pensar en seguros de paro rotativos, en la reducción de la jornada laboral, en el descuelgue de los aumentos de salarios, en hacer gestiones con los distintos ministerios para mejorar la competitividad. Nada de eso se les pasó por la cabeza. Nuestro objetivo, siempre, es mantener los puestos de trabajo”, concluyó Azpiroz.