En la tarde de ayer los trabajadores de la empresa, nucleados en el Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ), y representantes de Sherwin Williams se reunieron en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), después de que la empresa comunicó, el viernes, el cierre de su fábrica de pinturas en Uruguay y el despido de 57 trabajadores. Ayer la Dinatra le propuso a la empresa que enviara a los empleados a seguro de paro sin la causal de despido y que pagara el complemento del salario hasta el 15 de setiembre, para poder continuar negociando en estas semanas una alternativa al cierre. Los representantes de la empresa acordaron que hoy darán una respuesta.

El dirigente del STIQ Sebastián Azpiroz explicó a la diaria que una de las dificultades de la negociación es que “la decisión del cierre viene de la casa matriz” de la empresa, ubicada en Cleveland, Estados Unidos. Ayer el STIQ se presentó ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes, y tanto a los legisladores como a los representantes de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Industria, Energía y Minería el sindicato les planteó que “el Estado juegue un papel preponderante en este conflicto. Es una empresa que está diciendo que cierra, pero va a llenar el mercado con sus productos fabricados en Brasil y Argentina, a competir con empresas nacionales que sí mantienen su producción acá y mantienen sus puestos de trabajo uruguayos”. Azpiroz indicó que el sindicato se plantea en primer lugar la pelea “por que la empresa no cierre, y si cierra, que no venda en Uruguay”. “Apelamos a que el Estado sea un socio de la producción nacional y la empresa logre cambiar su decisión”, añadió.

El sindicato también se reunió ayer con representantes de la Asociación de Fabricantes de Pinturas e Industrias Afines, y expresó que la empresa “desconoció la legislación laboral y las cláusulas de paz del convenio del sector pintura, que establece que si hay posibilidad de reestructura o cierre, la empresa está obligada a llamar a la bipartita para negociar y tratar de ver alternativas antes de llegar al cierre. Eso no se hizo”, lamentó Azpiroz. El dirigente además destacó que el STIQ “se caracteriza por negociar mucho, en aras de que el trabajo siga andando y de no tener gran conflictividad. Hemos logrado muy buenos convenios por esa vía; el ministerio lo sabe y nos lo reconoció”.

Los trabajadores esperan una respuesta para hoy, y el viernes tendrán una asamblea de delegados frente a la planta industrial de Sherwin Williams.