El gasto en términos de articulación política se había hecho en la Cámara de Diputados. Según lo acordado por la bancada del Frente Amplio (FA), a la Cámara de Senadores sólo le restaba respaldar el acuerdo alcanzado en la cámara baja para aprobar la Rendición de Cuentas. No hubo innovaciones ayer en la sesión, pero los legisladores oficialistas aprovecharon la instancia de votación para destacar la gestión del equipo económico y la capacidad de negociación del FA, y la oposición reiteró la acusación al oficialismo de “mentir” en la última campaña electoral, aplicar un “ajuste fiscal” e incrementar en forma exponencial la deuda pública.

La senadora socialista Daisy Tourné expuso el informe en mayoría, redactado por el FA, que recomendaba aprobar en general la Rendición de Cuentas. Destacó la capacidad del equipo económico para “dar certeza” en un contexto de incertidumbre a nivel regional, y evaluó positivamente su apuesta a lo “gradual”. “Seguimos siendo un país que crece”, con un “déficit fiscal modesto”, destacó Tourné. Remarcó el “enorme aumento del gasto público social” que se hizo en los gobiernos del FA, que pasó de representar 19,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2005 a 26,5% en 2016.

Tanto Tourné como la senadora frenteamplista Daniela Payssé (Asamblea Uruguay) elogiaron a los diputados por el acuerdo logrado, que permitió que la Rendición de Cuentas se aprobara con 51 votos en la Cámara de Representantes. “Los cambios introducidos por Diputados son muy importantes porque recogen demandas que no fueron escuchadas por el Poder Ejecutivo”, destacó Tourné. El senador nacionalista Álvaro Delgado, a su turno, se refirió al “muy frágil acuerdo político” logrado en Diputados, a lo que Payssé respondió que “no hubo un débil acuerdo político”, sino “un trabajo conjunto de la bancada del FA, que, en virtud de no tener mayorías automáticas, generó un trabajo de mayorías móviles”, lo que le permitió lograr en algunos casos el apoyo de Unidad Popular, en otros el del Partido Independiente, en algunos casos el del diputado colorado Fernando Amado y también el del autoproclamado independiente Gonzalo Mujica. “Esto es un aprendizaje para la bancada de gobierno. Lo hizo de manera satisfactoria. Descarto esa calificación de ‘débil’ y quiero resaltar la capacidad de los compañeros diputados para generar esos acuerdos”, enfatizó.

Delgado, autor de uno de los informes en minoría, sentenció que la Rendición de Cuentas considerada ayer “no es más de lo mismo: es peor de lo mismo”. Afirmó que el gobierno se pierde la oportunidad de “generar una agenda de desarrollo” y sostuvo que la única agenda del oficialismo es “UPM y la inclusión financiera”. Tanto Delgado como el senador colorado Pedro Bordaberry, que habló a continuación, cuestionaron especialmente el déficit fiscal y el incremento de la deuda neta, que “aumentó casi diez puntos porcentuales en los dos últimos años”, señaló Delgado. El legislador nacionalista criticó el incremento de la tasa consular, al que calificó de “increíble” y “contrario a todo lo que se ha dicho en política internacional”, y también el impuesto a los premios de los juegos de azar, para lo que se valió de la figura acuñada por el diputado nacionalista Jorge Gandini, que lo calificó de “impuesto a la suerte”.

Tanto Delgado como Bordaberry criticaron el artículo 15 de la Rendición de Cuentas, que habilita al Estado a postergar el pago de las sentencias judiciales si estas superan los diez millones de dólares, y que en Diputados fue aprobado con el voto del colorado Fernando Amado. Delgado dijo que se trata de una “aberración constitucional” y una “versión deslactosada” del artículo 733 de la Ley de Presupuesto, que la Rendición de Cuentas actual propone derogar.

A su turno, Bordaberry evaluó que la Rendición de Cuentas “confirma dos cosas”: que “el FA mintió y vuelve a mentir” y “siente un profundo desprecio por las normas legales, por la separación de poderes y por el cumplimiento de las sentencias judiciales”. Sostuvo que el ex vicepresidente Raúl Sendic, el presidente Tabaré Vázquez y el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, mintieron en 2014 cuando aseguraron que no aumentarían los impuestos. “Es el segundo año que nos traen aumentos impositivos. Cuando les mientan otra vez, como les van a mentir en 2019, los uruguayos tienen que saberlo”, dijo el legislador colorado.

Bordaberry consideró que el FA “imita el modelo de Dilma [Rousseff] y Lula [da Silva, en Brasil] y el modelo de los K [en Argentina], pero lo imitan a la uruguaya”. Y el ritmo de Uruguay es “despacito”, apuntó, haciendo referencia a la canción de Luis Fonsi. “Y despacito vamos aumentando los impuestos, la carga del Estado, las ONG compañeras”, comentó. Afirmó que el FA imita los modelos de Rousseff y del kirchnerismo en cuanto al “aumento del gasto populista” y a “pasar para adelante los problemas de infraestructura y los problemas sociales”.

Por su parte, el senador del Partido Independiente, Pablo Mieres, apuntó a cuestionar lo que calificó del “principal problema del gobierno: una profunda inercia, falta de ideas, de proyectos, un estado de agotamiento que hace tiempo que se viene reflejando”. Al cierre de esta edición, y tras más de 12 horas de discusión, el Senado aprobaba en particular el proyecto. La reasignación acordada en Diputados, que incrementa los recursos para la educación, fue votada por unanimidad.