La Cooperativa Nacional de Façoneros de Pollos Unidos (Conafpu) se transformó en la primera organización en beneficiarse de una compra directa del Estado a partir de la Ley 19.292, que establece un mecanismo de reserva de mercado estatal de bienes y servicios alimenticios para la producción familiar agropecuaria y la pesca artesanal. Conafpu deberá entregar al Ministerio de Defensa Nacional 14.000 kilos de pollo entero, 4.400 kilos de suprema y 2.400 kilos de muslos por año, según dijo a la diaria el secretario de Conafpu, Daniel Pereyra.

Conafpu fue también el primer emprendimiento en inscribirse y ser habilitado por el Registro Nacional de Organizaciones Habilitadas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a mediados de este año. “Conafpu ya venía participando en compras públicas por medio de un convenio con la Intendencia Departamental de Canelones, donde también participan otras cooperativas”, explicó Pereyra.

Para Pereyra, esta compra es importante porque “va sumando masa crítica a un proyecto” que “no ha recibido subsidios ni créditos públicos”. “Conafpu es un proyecto cooperativo en el que participan 20 productores familiares muy sumergidos. El Estado ha asegurado el mercado pero no pagando más, sino pagando menos de lo que venía pagando. El hecho de tener la certeza del mercado permite el financiamiento”, indicó.

Pereyra informó que están trabajando “en la construcción de una planta de faena propia” en la zona de San Jacinto, para lo que ya cuentan con “un predio de tres hectáreas que le arrendamos” al Instituto Nacional de Colonización “con opción a compra”. “Vamos a construir una planta con una capacidad de faena de 4.000 pollos diarios, que en primera instancia va a funcionar tres días a la semana, con tecnología de última generación que asegura la calidad e inocuidad del producto”, añadió. Según Pereyra, resta que los planos del proyecto sean autorizados por el Instituto Nacional de Carnes. “Se van a utilizar fondos propios que la cooperativa ha acumulado, y se piensa avanzar en la obra. Después la idea es prendar ese avance de obra y tomar un crédito para terminarla”, explicó.

Pereyra dijo que con esta “primera venta de todo el sistema” se espera que “se puedan ir sumando más ventas”. “Se precisa buena voluntad de los actores que están frente a los entes públicos, y que conozcan esta ley. Esto es muy nuevo, pero es una herramienta formidable para la producción familiar y para el Estado, que termina ahorrando plata comprando más barato y de mejor calidad. Queremos generar un mecanismo de sostén para los productores chicos. Esto tiene una importancia social, porque la gente puede seguir produciendo y viviendo dignamente afincada en el medio rural”, concluyó.