“Es como si la mano izquierda no te dejara hacer las cosas de la mano derecha”. Fue la analogía que eligió José Chichet, dueño de la farmacia Bidegain (Libertad), para marcar la contradicción que representa que un organismo del Estado, el Banco República (BROU), le mande un comunicado oficial para advertirle que le van a cerrar su cuenta bancaria por vender la marihuana que distribuye y reglamenta otro organismo del Estado, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca).

Chichet contó a la diaria que ya estaba “en alerta” porque le habían hecho una advertencia verbal, pero el lunes esta se transformó en papel y le informaron que “debido a las presiones internacionales”, el BROU se veía “obligado” a cortar los lazos con las empresas ligadas a la venta de cannabis, y que le dan 30 días para desvincularse de la venta o dejar la cuenta. El farmacéutico subrayó que el comunicado no se refería sólo a la cuenta de la empresa, sino también a la suya personal, a la de su esposa, y también a sus tarjetas de crédito. Como si faltara algo más por cortarle, luego de esos 30 días la farmacia tampoco podría vender sus productos “normales” —es decir, todo lo que no sea marihuana— mediante tarjetas de crédito, y además debería liquidar los créditos otorgados anteriormente.

Chichet señaló que el BROU no le dio “ninguna alternativa” al cierre de la cuenta, por lo tanto, va a dejar de vender marihuana. No obstante, agregó que si se soluciona el problema, volvería a dispensar el producto. Aunque estuvo hablando “muchísimo” con las autoridades del Ircca sobre el cierre de cuentas, aseguró que “no pueden hacer nada”. Así las cosas, Bidegain es la cuarta farmacia del interior que se baja de la venta por el cierre de cuentas, junto con Carmelo, de la ciudad homónima (Colonia), Saga (Artigas) y Medicci III (Paysandú). Estas se suman a Pitágoras, de Montevideo, que se bajó de la venta hace un mes porque el Banco Santander le había dado también 30 días de plazo antes de cerrarle las cuentas.

A todo esto, mientras los adquirientes de cannabis registrados suben a 13.304, quedarían 11 farmacias de las 16 que originalmente empezaron a vender marihuana en aquel 19 de julio que ya parece muy lejano, por toda el agua que quedó trancada bajo el puente. En Montevideo, de las farmacias que siguen en pie, la diaria pudo saber que Antártida (Cordón) hasta el momento no tuvo problemas con las cuentas y en el correr de estos días volvería a tener stock de cannabis. A su vez, la farmacia Tapie (Ciudad Vieja) recibió la advertencia de un banco privado y su dueño está analizando la situación.

En busca de la solución

Mientras tanto, desde el lunes en Estados Unidos se encuentra la delegación que intenta destrabar el problema de los bancos, y que tenía previsto reunirse con autoridades de la Reserva Federal del país del norte, además de con algunos parlamentarios. La delegación está liderada por Mario Bergara, presidente del Banco Central, y Juan Andrés Roballo, presidente de la Junta Nacional de Drogas y prosecretario de Presidencia de la República.

Pese a las trabas y los locales que desertaron, según supo la diaria por fuentes del gobierno, hay cuatro farmacias que planean sumarse a la venta. Además, Symbiosis, la otra empresa que produce marihuana junto con International Cannabis Corp (ICC) y que todavía no la había distribuido, estará en condiciones de hacerlo dentro de un mes y medio. El cannabis de Symbiosis tendrá 4% de THC, el doble del que produce ICC.

A su vez, desde las altas esferas del gobierno se maneja cada vez con más fuerza la alternativa de vender marihuana en herboristerías, y las autoridades competentes están trabajando sobre ese plan. La Ley 15.703, que regula la comercialización de medicamentos, entiende por herboristería el establecimiento “dedicado exclusivamente a la preparación, fraccionamiento y venta al por mayor y menor de las hierbas y sus mezclas, debidamente autorizadas”.

La alternativa de las herboristerías podría incluir que nuevos negocios de ese rubro se abran exclusivamente para vender marihuana -además, las licencias que brinda el Ministerio de Salud Pública para este tipo de comercios no son limitadas por zonas, como sí lo son las de farmacias-. Como serían negocios chicos, podrían tratar sólo con dinero en efectivo, sin necesidad de tener una cuenta, ya que la Ley de Inclusión Financiera obliga solamente al pago por vía electrónica de los sueldos y, en teoría, el dueño de la herboristería podría depositar los salarios en efectivo en las cuentas de sus empleados. “Es incómodo, pero no imposible”, señaló una fuente del gobierno.