Por tercera vez estaba anunciado ayer que el vicepresidente Raúl Sendic concurriría a la comisión investigadora sobre el proceso de construcción de la planta regasificadora de Puntas de Sayago de la Cámara de Diputados. En las dos ocasiones anteriores Sendic faltó a la cita, pero ayer se presentó ante la comisión, en su calidad de ex presidente de ANCAP, socia de UTE en la creación de Gas Sayago, la empresa estatal encargada de la planta regasificadora. La sesión, a la que también concurrió Germán Riet, ex director y presidente de ANCAP, duró poco más de tres horas; Sendic se retiró por la puerta trasera del edificio anexo del Palacio Legislativo y no dio declaraciones a la prensa, mientras que Riet sí comentó sobre la información que brindó a la comisión.

El diputado nacionalista Pablo Abdala cuestiona el proceso licitatorio que derivó en la adjudicación de la construcción de la planta a GNLS (consorcio conformado por la francesa GDF Suez y la japonesa Marubeni), y ayer en particular trajo a colación otro hecho en relación a una obra conexa a la construcción de la planta: la construcción del gasoducto que conecta con la planta regasificadora. La obra fue adjudicada a principios de 2014 a la empresa constructora brasileña OAS. La decisión “había generado polémica en cuanto a que se resolvió por una resolución de Presidencia, del presidente [de ANCAP, José] Coya, sin consultar previamente al directorio, sometiendo después a la ratificación del directorio esa decisión, y ahora hemos descubierto, del análisis de actas de Gas Sayago, que OAS no había precalificado, no había cumplido con los requisitos mínimos exigidos para el llamado de esa obra, de la construcción del gasoducto. Eso nos parece muy grave”, afirmó Abdala en rueda de prensa luego de la reunión de la investigadora.

A su vez, Abdala cuestiona que como la empresa OAS no tenía suficiente experiencia en la construcción de gasoductos subfluviales, se le exigió que el tramo subfluvial lo construyera con otra empresa. “Se dijo que OAS había cobrado los 64 millones de dólares, que era el monto de la licitación, pero el tramo específico, que es el subacuático, ni siquiera lo iba a hacer OAS. Estábamos frente a un contrato llave en mano y, sin embargo, ANCAP y UTE resuelven otorgárselo a OAS, pero con la condición de que el tramo subfluvial se realice con otra empresa, que le indica en la resolución cuál debe ser. Es muy raro, creo que aquí hubo un empecinamiento para que OAS se hiciera cargo de la obra”, manifestó el diputado nacionalista, que además aseguró que los directores confirmaron en la sesión que el gasoducto no está terminado, ya que el tramo subfluvial está pendiente.

Además, Abdala asegura que la consultora italiana Rina, especializada en terminales de regasificación, presentó un informe que desaconsejaba la adjudicación de la obra principal a GNLS y OAS “en el entendido de que tenía inconsistencias varias, no cumplía con especificaciones del llamado. Después vienen y nos dicen que era la mejor oferta, pero para buena parte de los técnicos que intervinieron, para las opiniones externas que se contrataron, evidentemente esto no era así; había recomendaciones de no adjudicar, de pedir más información y de hacer una nueva ronda con los distintos oferentes”. Abdala vincula la participación de OAS en la obra uruguaya con las denuncias de corrupción que tiene la empresa en Brasil, algo que ayer negó Riet.

También en rueda de prensa después de la sesión, Riet explicó que para la obra del gasoducto hubo un llamado internacional al que se presentaron cinco o seis empresas, de las cuales fueron seleccionadas dos, y “la que terminó ganando fue OAS, en una relación de precios muy favorable a OAS”, de 100 millones de dólares frente a 64 millones que cotizó la constructora brasileña. Sobre la exigencia de que el tramo subfluvial lo hiciera en consorcio con otra empresa, Riet explicó que OAS “no tenía suficiente experiencia de obras en gasoductos adentrándose en el mar, y por eso Gas Sayago le pidió que se presentara en consorcio, que eligiera de tres empresas, sin variar el precio con el cual había ganado”.

El ex director de ANCAP añadió que no conocía los informes adversos que mencionó Abdala, y aportó otros documentos que justificaban la construcción de la planta regasificadora, documentos de nivel ministerial firmados entre Uruguay y Argentina que establecen que trabajarían para la construcción de una regasificadora que abastecería de gas a ambos países.

Viáticos y viajes

Ayer el semanario Búsqueda informó que Raúl Sendic recibió 94.677 dólares por concepto de viáticos entre 2005 y 2013, período en el que fue director y presidente de ANCAP. Los datos corresponden a un pedido de acceso a la información pública que presentó el semanario ante la empresa estatal, del que se desprende que en 120 viajes oficiales Sendic recibió viáticos de la empresa, y que devolvió dinero no utilizado después de 13 viajes. En esos 13 viajes recibió 17.982 dólares, rindió cuentas por 12.963 dólares y devolvió 5.019. De los restantes 107 viajes Sendic no habría hecho una devolución del dinero, agrega el semanario. En la tarde de ayer el vicepresidente difundió en un comunicado que le fueron otorgados 92.977 dólares por viáticos entre 2005 y 2013, de los que 60% (55.786) se destinaron a alojamiento, 30% (27.893) a alimentación y 10% (9.298) a gastos varios, y añade que en los nueve años en los que dirigió ANCAP recibió aproximadamente 900 dólares mensuales en promedio por viáticos. La normativa establece, señala Búsqueda, que no se debe presentar documentación por los gastos en alojamiento y alimentación.