La ex directora de Derechos Humanos María Elena Martínez integra el Tribunal de Conducta Política (TCP) del FA, pero resolvió abstenerse en el caso Sendic porque integra la comisión administrativa del Parlamento. la diaria conversó con ella sobre el fallo del TCP y sobre la situación política.

–¿Qué te pareció la renuncia de Sendic y lo sucedido en el Plenario del FA?

–Habla de cierta madurez de las bases [del FA]. Nosotros hemos puesto sanciones muy altas por cosas muy pequeñas, como quedarse con 10.000 pesos. La diferencia con Raúl es que no se quedó con 10.000 pesos, los gastó de una forma equivocada o por falta de conocimiento, por estar siempre apurado. [Sendic] decía: “Yo en un día estoy firmando en ANCAP tres cheques de millones y millones de dólares, entonces me olvidaba de las cosas chicas”. Él no se enriqueció en absoluto. No tiene nada, sólo su sueldo.

–¿Fue correcto el fallo del TCP?

–Me pareció bien para mantener una estructura que no se rompió, que siguió lo que correspondía por ley. En Uruguay somos institucionalistas. Me da lástima por Raúl, pero considero que es bastante inconsciente. No delincuente, inconsciente.

–Algunos sectores del FA consideran que el TCP falló de forma muy severa en este caso, a diferencia de lo que ha hecho en otros.

–No, el problema es que cuando [el dictamen] lo redacta un abogado, pone los términos de la ley. El presidente, el doctor [Nicolás] Grab, es un magnífico abogado. Si lo hace un médico, no va a tener esas palabras, pero esas son las palabras con las que nosotros aprendimos a hablar el día que entramos a la facultad. No quiere decir nada peor, pero la gente lo considera así porque [es un lenguaje que] está en las sentencias.

–También cuestionan que el Plenario haya querido tratar rápidamente este caso, mientras que ha demorado mucho en otros.

–Porque [otros casos] no importaban para nada. Importaban en el sentido de que vos a alguien a quien le diste 10.000 pesos para que pagara el alquiler del comité de base se los gastó, pero es una cosa... entre gente muy pobre, que argumentaba que no tenía para darle de comer al hijo. Nosotros en ese caso aconsejamos sancionar con una suspensión. En este caso es duro, pero esto no lo decidió el TCP. Antes que nada, lo decidió él [Sendic].