La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados recibió ayer a Luiggina D’Agosto –la mujer que fue despedida de Alcoholes del Uruguay (Alur) luego de su reintegro tras una licencia maternal–, para analizar su situación. D’Agosto fue acompañada por Fernando Pereira y Óscar Andrade, del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. La central sindical había emitido un comunicado el martes de la semana pasada en el que señalaba que “echar a una trabajadora en período de lactancia es un hecho aberrante desde el punto de vista humano, que no toma en absoluto en cuenta las vulnerabilidades de una mujer en ese período, ni las consecuencias que sobre la madre y el niño puede tener”. Además, el comunicado decía que el despido “no solamente implica la violación de las normas protectoras de la maternidad”, sino que también “vulnera el principio de igualdad de género, configurando una clara discriminación”.

El diputado del Frente Amplio Gerardo Núñez, integrante de la comisión, dijo a la diaria que el despido de D’Agosto es “absolutamente violatorio de los derechos humanos y de todo un empuje legal y social que se está llevando adelante en el país para otorgar nuevos derechos, sobre todo pensando en clave de género y de avances de derechos para las mujeres, los niños y las niñas”. Además, agregó que, a su criterio, el despido es “totalmente injustificado” y “no hay ningún elemento sobre la mesa que indique un mal comportamiento de la trabajadora en su desempeño laboral”.

Según Núñez, la empresa alegó como motivo del despido un “reajuste en la plantilla de trabajadores”, por la “necesidad de que cierren los números” (además de D’Agosto fueron despedidos dos trabajadores más). Así las cosas, Núñez planteó citar ante la comisión, de manera “urgente”, a los directorios de Alur y de ANCAP, ya que, según la información que maneja el diputado, “la persona que llevó adelante el despido hoy se desempeña como director del área de género de la empresa”.

Por otra parte, Gerardo Amarilla, diputado del Partido Nacional e integrante de la comisión, señaló a la diaria que aún les falta escuchar la versión de la empresa sobre lo sucedido, pero que luego de que la mujer se reintegró al trabajo y su cargo fue “eliminado”, se le depositaron por vía bancaria los seis meses de sueldo por indemnización especial, como está previsto en la legislación laboral, y por lo tanto la desvinculación laboral no fue “ilegal”. El comunicado del PIT-CNT sobre la situación de la mujer señalaba que “los mecanismos de reparación dispuestos por la empresa, asumiendo que el despido se realiza en un caso especialmente protegido por el derecho nacional e internacional, no hacen otra cosa que corroborar su carácter abusivo, siendo un acto inadmisible para una empresa directamente vinculada al Estado”.

Además, el diputado nacionalista dijo que, ante la comisión, D’Agosto “no esgrimió ningún argumento en relación a la ley”. “Es más, hubo un trámite en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) que, según se dijo, está archivado porque no se encontró mérito para esto”, indicó Amarilla.

Según supo la diaria por una fuente de la INDDHH, Alur argumentó que le pagó el despido a la trabajadora, y la respuesta fue “coherente” para la institución. Además, trataron de ubicar a D’Agosto pero “tenían mal el teléfono”, por eso lo habían archivado. Sin embargo, luego pudieron tener una reunión con ella, y les planteó “elementos que no eran parte de la denuncia inicial”. Ahora, la INDDHH está revisando la situación de D’Agosto.

Núñez indicó que por más que el despido haya tenido una compensación especial dada la situación particular, desde su punto de vista “no deben existir despidos de este tipo en un momento clave de la vida de la madre y del niño”. “Máxime que hay una innumerable cantidad de campañas, desde los ministerios de Salud Pública y Desarrollo Social, que promueven ese contacto tan particular entre la madre y el hijo en ese momento de lactancia que tiene implicancias afectivas y cognitivas para su desarrollo”, agregó Núñez. Por último, el diputado del FA indicó que en la comisión quieren instalar un espacio de “diálogo y negociación” que les permita “colocar encima de la mesa el despido injusto de una trabajadora que había sido madre y estaba en proceso de lactancia, y esperamos que el directorio [de Alur] pueda rever esta situación”.

Según supo la diaria, luego de que D’Agosto fue despedida no pudo seguir amamantando, debido al estrés que le produjo su desvinculación laboral; por eso, entiende que hubo una vulneración de derechos, que no tiene relación con la indemnización monetaria.