“Acá hay que tener claro que el conflicto no es de AFE [Administración de Ferrocarriles del Estado], sino de Self [Servicios Logísticos Ferroviarios], que es la operativa de los trenes de carga. El conflicto es en los talleres, y los talleres no andan; por lo tanto, no se arregla, no se repara y no se le hace el servicio a ninguna locomotora de Self”, explicó a la diaria Ricardo Cajigas, de la Unión Ferroviaria, acerca de la última medida que tomó el gremio tras el despido de cuatro trabajadores: ocupar el taller diésel, ubicado en Aparicio Saravia y Watt, en el barrio Peñarol. El sindicato señala en un comunicado que resolvió ocupar, “en defensa de la libertad sindical” y de la “mano de obra nacional calificada”, por el “ataque de la patronal represora contra la organización sindical en Self”. Por último, pide reintegrar “ya” a los cuatro trabajadores despedidos “por afiliarse a la Unión Ferroviaria”.

Para Cajigas, Self –empresa de la que AFE tiene 51% de las acciones– es “un invento que hizo el Estado para hacer lo mismo que hacía AFE” y que además “demostró incompetencia”. “Self es un aborto de la naturaleza, a tal punto que, por ejemplo, en el primer año transportó la mitad de lo que transportaba AFE”. “El gobierno decía que creaban una operadora que rige bajo el derecho privado porque eso iba a gestionar mejor y no sé cuántas cosas más, pero no se trata de derecho privado o público, porque el problema son los gestores, encabezados por el actual presidente de Self y de AFE, Wilfredo Rodríguez”, aseguró. Agregó que, mientras el conflicto no se destrabe, no van a descartar ninguna medida y que hoy el gremio va a ser recibido por el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT.

Los cuatro trabajadores –que se desempeñaban en uno de los talleres– fueron desvinculados por una reestructura, según la carta de despido de Self. Sin embargo, Rodríguez alegó ante la prensa que fue porque se constataron diversas irregularidades mediante las cámaras de seguridad, como, por ejemplo, que marcaban tarjeta y se iban a la casa y que trasladaban herramientas de un lado a otro, e incluso que las sacaban del taller. Fue por este cruce de versiones que Alfonso Lereté, director de AFE por el Partido Nacional, le envió el viernes una carta a Rodríguez, en la que le solicitó las filmaciones “donde se prueba que los funcionarios despedidos, o algunos de ellos, cometieron ilícitos (presunta faltante de herramientas)”, el material que prueba que “no marcaban tarjeta o se ausentaban de su lugar de trabajo”, la copia de la denuncia penal presentada “por las presuntas irregularidades”, si es que existió, y el documento de la auditoría que hizo Self sobre los resultados obtenidos en 2017, por la que se decidió hacer la reestructura.

Lereté dijo a la diaria que ni Rodríguez ni Luis Rivero (vicepresidente de AFE) se comunicaron con él y subrayó el hermetismo en torno al conflicto, que, a su juicio, “se agudizó”. “Esta situación es todavía más grave, porque, al ocupar el taller diésel con paralización de actividades, no tienen la capacidad de mantener las locomotoras y se interrumpe el transporte ferroviario de carga. Acá hay que agarrar el toro por las astas, que muestren todas las pruebas que tienen y liquiden el tema, porque no se puede seguir en esta situación, que es muy comprometida”, indicó.

la diaria fue testigo del hermetismo que reina entre las autoridades de AFE y Self. Fernando Valls, gerente general de Self, señaló que prefería no dar declaraciones, y Rivero, que no puede decir nada porque el tema todavía se está conversando. No obstante, este último dijo que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social convocó a un ámbito de negociación para destrabar el conflicto.