La puja entre los intendentes “rebeldes” y el senador Jorge Larrañaga está lejos de cesar, pero el martes ambas partes mantuvieron una reunión en Maldonado, conscientes de que si en junio de 2019 llegan a comparecer divididos, la derrota ante el senador Luis Lacalle Pou (Todos) parece inevitable. Según publicó Búsqueda ayer, además del legislador, participaron del encuentro los senadores Carlos Camy y Guillermo Besozzi, y el intendente Carlos Moreira por Alianza Nacional, el sector que comanda Larrañaga; por los intendentes lo hicieron Sergio Botana (Cerro Largo), Dardo Sánchez (Treinta y Tres) y su suplente –que actualmente se encuentra en funciones– Ramón da Silva, Eber da Rosa (Tacuarembó), Enrique Antía (Maldonado) y el secretario general de la Intendencia de Durazno, Juan José Bruno. En cambio, no estuvo presente la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña.

En diálogo con la diaria, Botana dijo que lo que se hizo fue una suerte de “expresión de voluntad” en torno a la importancia de que “todos los wilsonistas actuemos y estemos juntos, y confluir políticamente, para el bien nuestro y del partido”. “La idea es que si el candidato tiene que ser un intendente, que no haya problema, y si tiene que ser él [Larrañaga], que tampoco haya problema. Se está empezando a ver un camino para eso”, describió Botana, que ha venido transformándose en uno de los principales referentes entre los intendentes. “Esto es la expresión de voluntad, pero después viene el camino, que es otra cosa”, dijo, dando a entender que ahora lo que se intentará es buscar un diálogo entre las dos partes para llegar a un acuerdo. Fuentes cercanas a Larrañaga informaron que se conformó un grupo de trabajo entre los distintos bloques para llegar a la concreción de un acuerdo que, necesariamente, implicará que alguna de las partes renuncie a sus aspiraciones: para que los “wilsonistas” puedan comparecer unidos, los intendentes deberán desistir de formar “su propia vía” y volver a atrincherarse detrás de Larrañaga, o bien este deberá renunciar a su ya anunciada precandidatura.

Pero en caso de que el acuerdo no se concrete, los intendentes están dispuestos a recurrir a alianzas de otro tipo: “En algún momento vamos a confluir: ya sea antes de las internas o, de última, en la convención”, expresó Botana. El intendente hizo referencia así a la posibilidad de que, en caso de no lograr un acuerdo en el wilsonismo, los convencionales de ambos bloques pujen por un candidato común en la convención del partido, que debe proclamar a los candidatos una vez finalizadas las internas. “El candidato no se define en la interna, sino en la convención”, insistió, en diálogo con la diaria, otro de los intendentes. Para que una convención defina el precandidato de un partido, el precandidato más votado en la elección interna partidaria no debe superar 40% de los votos y aventajar a quien salió segundo por menos de 10% de los votos, tal como lo establece la Constitución. Pero esta idea no genera tantas simpatías entre los seguidores de Larrañaga. “Si bien hay compañeros que comparten esta postura, muchos otros pensamos que el que gana en la interna, gana”, dijo el diputado Nicolás Olivera. Otras fuentes cercanas al senador sanducero recordaron que en las tres elecciones internas en las que compareció –2004, 2009 y 2014–, Larrañaga defendió la posición de que quien ganara la interna fuera el candidato oficial del nacionalismo, por lo que sería contradictorio que cambiara ahora.

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Ayer, en declaraciones a Búsqueda, Botana dijo que el PN necesita un “wilsonismo fuerte” para ganar la elección, debido a que esta línea es la que le disputa los votos al Frente Amplio, y aseguró que “Lacalle Pou es un candidato espectacular para salir segundos, porque él disputa los votos de Pedro Bordaberry”. Para el intendente de Cerro Largo, el PN requiere un “liderazgo político fuerte”, que no debe manejarse por lo que digan las encuestas. Según Botana, los blancos no están “para ganar amistosos”, sino “para ganar el gobierno”.

“Terminado el tema”

El diputado sanducero Nicolás Olivera dijo que desistió del pedido que iba a hacer en su sector, Alianza Nacional, para promover la renuncia del presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber, debido a que este anunció que dejará el cargo del Ejecutivo nacionalista en marzo. “Doy por terminado el tema. Si él dice eso, me parece que está perfecto, y es lo que corresponde. Va a priorizar lo sectorial y eso está bien”, opinó Olivera. El legislador había cuestionado a Heber en la sesión del Directorio del 27 de diciembre que trató, por segunda vez, la situación del intendente de Soriano, Agustín Bascou, luego de que la Junta de Transparencia y Ética Pública determinara que el jerarca departamental violentó normas y obtuvo beneficios económicos al comprar combustible desde la intendencia en estaciones de servicio de su propiedad. Heber y su sector, Todos, buscaron suspender a Bascou en sus derechos partidarios, pero no alcanzaron los votos necesarios. Tras la sesión, Olivera había dicho a la diaria que la conducta de Heber no había sido “compatible” con la presidencia del Directorio”, y que al senador nacionalista le era “difícil separar” su rol al frente del Ejecutivo nacionalista de su condición como miembro de Todos. “Como presidente solicitó en dos oportunidades informes a la Comisión de Ética, que es parte de la institucionalidad partidaria, y en las dos ocasiones la comisión se expresó de la misma forma. Es evidente que se cobra al grito, es una suerte de linchamiento”, denunció en aquella oportunidad.

Ahora el PN deberá elegir quién será el sucesor de Heber, y hay dos opciones. O bien se convoca a una nueva Convención para renovar a todos los integrantes del Directorio, o el Ejecutivo nacionalista actual elige un miembro de entre sus filas. En este último caso, dentro de Todos, el sector mayoritario del PN, los integrantes con experiencia política no abundan en el Directorio, debido al criterio “horizontal” que siguió Lacalle Pou para armar la lista que su sector llevó al Ejecutivo nacionalista. Los de mayor trayectoria son el intendente de San José, José Luis Falero, la ex diputada Beatriz Argimón, el diputado y ex intendente de Flores Armando Castaingdebat y el senador suplente Jorge Saravia. Según dijo Olivera, el futuro presidente del PN “tiene que ser alguien que evidentemente mantenga un equilibrio, debe conducir la institucionalidad de un partido a la victoria, debe ser electo por consenso, tiene que ofrecernos garantías y estar dispuesto a renunciar a posiciones electorales personales”.