La situación de la empresa láctea sanducera Pili preocupa a los dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), que ayer tuvieron una reunión con el Instituto Nacional de la Leche (Inale), el presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, Daniel Placeres, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y el PIT-CNT.

La empresa enfrenta un endeudamiento importante, de 48 millones de dólares unicamente con el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), que lidera el pool de bancos acreedores. El origen de ese endeudamiento fue la inversión en tecnología por unos 30 millones de dólares.

Según comentó Eladio Aguilera, del sindicato de Pili, en la Comisión de Legislación del Trabajo, esa inversión se veía “con muy buenos ojos, porque donde estábamos trabajando se estaban cancelando destinos por cómo estaba trabajando la planta vieja, y con la planta nueva, seguramente, se iban a abrir nuevos mercados, se apuntaba a eso; pero nos agarró el tema de Venezuela y la empresa no pudo terminar la planta en su totalidad”. El propietario de Pili ha argumentado que la baja del mercado venezolano, por la situación que vive aquel país, complicó la situación, así como las trabas que se impusieron a fines de 2017 para el ingreso de lácteos a Brasil. Aguilera explicó en la comisión que actualmente los trabajadores están cobrando con atraso las quincenas, y el aguinaldo se está pagando en cuatro cuotas. “No es solamente una situación de que la industria está mal, sino que lo estamos viviendo”, afirmó, y continuó: “Antes eran los capitales multinacionales, capitales golondrina, como con Ecolat, que venían, invertían y, si no les daban los números, se iban y dejaban un tendal de gente sin trabajo, con todo lo que ello repercutía en localidades pequeñas, como Nueva Helvecia y San José. Hoy estamos hablando de una industria nacional que está bastante complicada, ya con anuncios de seguro de paro para enero. El propio patrón nos ha mencionado que si esto no cambia, va a ir al cierre. Tenemos 120 trabajadores que pertenecen a la industria y obviamente que, si eso sucede, va a repercutir en muchísimas más fuentes de trabajo en Paysandú, porque hay otras industrias que tiene la propia patronal que están como garantía y lo más probable es que también caigan, con todo lo que va a afectar a la sociedad de Paysandú, que ya ha sido golpeada por varias industrias”.

El BROU comunicó que no otorgaría una nueva prórroga al crédito de Pili, y desde el MTSS se informó que no se puede otorgar seguros de paro cuando hay licencias pendientes, no pagas y no efectuadas de 2016, situación en la que se encuentra la empresa. Si no se define una solución a esta situación de endeudamiento, una vez que termine la feria judicial, en febrero, el BROU llevaría a remate los bienes de la empresa. Una alternativa planteada por el banco, para habilitar una prórroga del crédito por un año, estaría atada a que se concrete un trabajo a façon de Pili a Conaprole: Conaprole suministraría 60.000 litros de leche a Pili, que permitirían darle continuidad al proceso productivo de la empresa sanducera, a cambio de quesos muzzarella. Heber Figuerola, dirigente de la FTIL, explicó a la diaria que se buscarán “los mecanismos para que esto se concrete, aunque depende de la voluntad política de Conaprole”, y señaló que, de todas maneras, “esto no es una solución de fondo, es un paliativo que favorece transitoriamente a los trabajadores y a los productores”.

Hoy la FTIL analizará la situación en un plenario que se llevará a cabo en Paysandú, donde se convocó a todas las fuerzas vivas del departamento para explicar la problemática . Además, los dirigentes no descartan concretar una reunión con el intendente sanducero, Guillermo Caraballo. El 11 de enero la federación convocará a una movilización en el departamento y realizará un paro de 24 horas a nivel nacional, mientras que en la segunda quincena de enero se convocará a una asamblea general de la FTIL.