Ayer la jueza de 1º Turno de Rivera, María Sol Bellomo, dispuso el procesamiento con prisión por 90 días por un delito de homicidio muy especialmente agravado y por tenencia no autorizada de arma de fuego al hombre de 63 años que asesinó al dirigente del Sindicato Único de Transporte de Carga y Ramas Afines (SUTCRA) Marcelo Silvera. El homicidio fue el martes de noche, en Rivera, cuando terminaba un paro de 24 horas del sindicato a raíz de una propuesta de convenio colectivo. El asesino era camionero y trabajaba en la empresa Transportes Viana. El hecho se dio cuando Silvera llevaba a su hijo de seis años al médico, por la Ruta 5. El homicida, que manejaba el camión, bloqueó el paso al auto de Silvera y, frente a la entrada de la empresa Transportes Viana, Silvera bajó e increpó al conductor, que sacó un revólver de adentro del camión y le efectuó un disparo que lo mató.

La fiscal del caso, Bettina Ramos, consideró que el homicidio fue muy especialmente agravado por la “brutal ferocidad”, “la alevosía y el uso de arma de fuego”. Añadió que “no hubo posibilidad de defenderse por parte del fallecido” y consideró que la reacción del procesado “fue desmedida”, ya que no hubo una acción de “provocación”. Ramos aseguró que hasta este punto de la investigación nunca se manejó como un factor desencadenante del hecho las diferencias por temas sindicales que pudieran tener ambos trabajadores: “Ni los testigos ni el imputado han manifestado nada sindical”, señaló. Silvera, de 41 años y delegado sindical del SUTCRA, fue asesinado frente a su hijo y su esposa. El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad de Transportes Viana, pero a pedido de la fiscalía y de la esposa de la víctima se prohibió que se difundan esas imágenes.

En la noche del miércoles, en tanto, fue asesinado Jorge Alberto Miranda Páez, de 46 años y padre de dos hijos, mientras conducía un taxi. El hecho sucedió en la esquina de Jacinto Trápani y Teniente Galeano, en el barrio Plácido Ellauri, cuando el taxista dejaba a dos pasajeras. Dos personas intentaron rapiñarlas y el conductor, cuando intentó evitarlo, recibió tres disparos. Fue trasladado a la policlínica de Capitán Tula y murió allí. El hecho motivó un paro del Sindicato del Taxi (SUATT) desde la madrugada de ayer hasta la medianoche, y una importante movilización de taxistas por el centro de Montevideo en la tarde de ayer. La Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte también se plegó, ayer, al paro de 24 horas; los ómnibus urbanos comenzaron la medida en la mañana de ayer y los suburbanos de Copsa lo harían dos horas antes y hasta dos horas después del sepelio del trabajador, hoy a las 9.00 en el Cementerio del Norte.

Estos dos casos, sumados a la muerte de un policía el 30 de diciembre de 2017 y dos femicidios ocurridos en los primeros días del año, motivaron ayer una reunión del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, en la que se resolvió convocar a un paro general el martes 9 de enero, desde las 14.00 hasta el final de la jornada, y promover una movilización, acompañada de un paro general parcial para la tercera semana de febrero.

Después de la reunión del Secretariado, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, en conferencia de prensa, afirmó que el movimiento sindical está “preocupado por todas las vidas”. Recordó que “hacía muchísimo tiempo” que no había un asesinato de un dirigente sindical, algo que “naturalmente nos quiebra el alma; como movimiento sindical somos responsables por construir una cultura de paz, pero al mismo tiempo por darles a nuestros compañeros la mayor seguridad posible”. Pereira informó que la central sindical elaborará un documento que circulará entre los sindicatos y los trabajadores “explicitando nuestra posición sobre el tema, vinculada a la no violencia y a la cultura de paz”, de cara a la convocatoria de una Mesa Representativa del PIT-CNT en la primera semana de febrero. Según expresó el dirigente sindical, la idea es convocar, en conjunto con otras organizaciones sociales, una movilización “para colocar la paz como una consigna fundamental del movimiento sindical y sobre todo para contraatacar la lógica del insulto, del agravio, de la descalificación, que se da por distintas vías contra los dirigentes sindicales, contrarrestar la lógica que muchos hombres están teniendo matando a sus esposas o ex esposas en actos de femicidio, la violencia que se genera contra los trabajadores y la ciudadanía de distintas formas”. Pereira afirmó que el paro del martes 9 responde al “luto, pero después del luto y la solidaridad con la familia, se trata de construir una perspectiva de futuro, una perspectiva de paz y no violencia”. Respecto de si el asesinato de Silvera estuvo vinculado con cuestiones sindicales, Pereira afirmó que, según transmitieron los dirigentes del SUTCRA, el asesino “en varias oportunidades había amenazado a dirigentes sindicales que les iba a pasar con el camión o que les iba a disparar”. El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, aseguró que “la cuestión no es judicial”, con relación a si la pena debía contemplar estos hechos, sino “humana, de cómo la sociedad uruguaya encuentra caminos para evitar la violencia”. El dirigente señaló que la actividad sindical, que es “una actividad democrática, por conquista de los trabajadores”, enfrenta “una estigmatización que en este caso se sintetiza en un hecho aberrante”.