Es distinto pero también es lindo. Los chiquilines se esfuerzan, no corren tanto, piensan más y evalúan qué pasos seguir. La lógica del fútbol cancha, en la que muchas veces los botijas andan corriendo en busca de la pelota, acá no aplica tanto. La pausa, el criterio, el disparo a distancia medido, son argumentos que usan a su favor los gurises de la categorías 2005, 2006, 2007 y 2008.

La copa McDonald´s, que premia del campeón al cuarto puesto, se juega en cuatro categorías divididas por series. La categoría 2005, la de los más grandes, está conformada por tres grupos; la 2006 y la 2007 por dos; y la 2008 por tres. En los grupos de tres series avanzan los primeros y el mejor segundo, y en los de dos series pasan los primeros y los segundos. Luego se conforma el cuadro de semifinales y final. En esta modalidad infantil los partidos duran tres tiempos de ocho minutos, controlados por el único árbitro del partido, y se juega con seis jugadores. Los triunfos suman tres puntos y los empates una unidad.

Euskalerría 71 y Málaga, en el estadio Arenas del Plata. Foto: Andrés Cuenca

Euskalerría 71 y Málaga, en el estadio Arenas del Plata. Foto: Andrés Cuenca

Mirá mamá

La jornada de martes tuvo tres partidos por la categoría 2008: el empate de Rocha 3-3 ante Euskal Erría 71, el de Marconi 4-4 ante Cerro Juniors y la victoria de Maeso 5-2 a Estrella Federal. Por la categoría 2006, Euskal Erría 71 venció 7-1 a Malága. Si bien el resultado es parte de la lógica del fútbol, este campeonato premia únicamente a equipos más goleadores y menos vencidos, pero no realiza distinciones individuales, algo pensado para no fomentar la competencia interna y que lo más significativo sea la construcción de valores en busca de los objetivos grupales.

Diego D´Amico, entrenador de Maeso F.C., cree que los niños de hoy están más estimulados o “despiertos” y considera que, con distintos trabajos y dinámicas de juego, pueden tomar decisiones permanentemente durante los partidos. “El fútbol infantil es una combinación de competencia, exigencia y disfrute todo mezclado, en síntesis es positivo, pero hay que manejar los excesos y los extremos, que vienen de afuera”. La posibilidad de participar en el fútbol playa es importante para que los chiquilines puedan seguir creciendo y no se quedan sin jugar. “Que disfruten de la playa, porque no todos tienen la posibilidad de venir. Además el entorno, con la tribuna y demás, hace que los niños se sientan importantes”.