La interna blanca en Lavalleja está caldeada. El 3 de enero la Junta Departamental de Lavalleja (JDL) votó un decreto interpretativo para impedir el aumento de sueldo a cargos de confianza de la intendenta nacionalista Adriana Peña (ver la diaria del 6/1/2018). Entre los jerarcas a los que se les aumentaría el sueldo se encuentra su pareja, Gastón Elola, director de Vialidad que está cubriendo, además, la jefatura de la división de Arquitectura. En julio de 2017 Elola cobraba 111.827 pesos, y Peña propuso para él un aumento de 57% (llegaría a 175.591 pesos). La intendenta creó, además, la Dirección General de Obras y Urbanismo, en la que Elola uniría ambas responsabilidades.

Para los directores de Cultura, Tránsito, Turismo y Deporte y Juventud (con sueldos cercanos a 87.000 pesos), propuso un aumento de 37%; la proporción era mayor para el cargo de director del área Familia y Desarrollo (aumento de 49,4%, de un salario ubicado en 62.000 pesos) y alcanzó hasta 107,8% para el caso del ingeniero asesor (el salario estaba en 51.061 y propuso llevarlo a 106.097 pesos). A otros cargos de confianza (la mayoría de ellos cobraban en el entorno de los 100.000 pesos) les mantuvo el 6,7% que recibieron todos los funcionarios a partir del 1º de enero.

El cuestionamiento surgió del propio Partido Nacional: fue por iniciativa de la edila nacionalista Alexandra Inzaurralde (Lista 59, Todos, Partido Nacional), presidenta de la Comisión de Presupuesto de la JDL, que el Legislativo comunal frenó los aumentos que quería otorgar la intendenta. “Asumimos las consecuencias, para bien o para mal, pero quien hizo este trabajo fueron ediles del PN”, explicó Inzaurralde a la diaria. Comentó que siete ediles del PN, cuatro de la lista 59 y tres del sector liderado por Alejandro Giorello (hasta hace pocos meses secretario general de la IDL, quien, a su vez, pertenece al sector del diputado nacionalista Mario García), junto a un edil del Movimiento de Participación Popular (Frente Amplio), presentaron la iniciativa para frenar los aumentos. En realidad, la JDL ya había votado los aumentos meses atrás, y por eso lo que hicieron el 3 de enero fue aprobar un decreto interpretativo que aclarara cuáles eran los aumentos que habían votado.

Peña dio ayer de tarde una conferencia de prensa rodeada de su equipo de gobierno, en la que defendió su decisión y disparó contra los ediles nacionalistas, además de los frentistas. Argumentó que lo que intentó fue equiparar los sueldos de los jerarcas a los salarios que tienen los cargos de confianza de otras intendencias, y que quiso subsanar una inequidad que había entre estos cargos, puesto que los ediles le habían cuestionado que tenía directores “de primera” –aquellos que cobraban más de 100.000– y otros “de segunda” –los que rondaban los 87.000–. Cuando la JDL aprobó el aumento en setiembre, lo hizo sin incluir las planillas de sueldos. De eso se agarró Peña, que acusó que “hacer las planillas era una tarea de la JDL, no lo hizo, no trabajó, hizo una declaración que no entendieron ni ellos ni el Tribunal de Cuentas [TC]. Tomaron una medida interpretativa, interpretando algo que ellos mismos votaron, que ya había ido al TC, que ya estaba publicado en el Diario Oficial, cumpliendo con todo. La JDL tuvo cuatro meses la ampliación presupuestal para modificarla y no lo hizo. Ahora pretende que después de que está en el Diario Oficial, que el TC lo trató y que hicimos las modificaciones, que lo volvamos a modificar. No lo podemos modificar porque eso está votado”, sostuvo. Justificó el aumento de 100% para el ingeniero asesor porque ningún ingeniero quiere ir a Lavalleja a trabajar por 51.000 pesos nominales, y el de su pareja, por asumir dos direcciones. Defendió su gestión, dijo que los ataques se deben a que “duelen mucho” las obras que la IDL viene haciendo y cuestionó a los “vulgares políticos baratos que quieren enchastrar una gestión”. Elola también se despachó: habló de “politiquería barata”, defendió su salario, diciendo que cobra 111.000 pesos y una compensación de 28.000 pesos por la dirección de Arquitectura, y que “capaz que debería ganar más”. Recordó, además, que él es suplente del diputado Mario García y que hizo campaña para que obtuviera la banca. “Se han entreverado un poquitos los papeles”, agregó luego Peña, quien consideró que “un legislador nacional tiene que pelear por traer empresas al departamento, para que nos bajen o nos suban los impuestos a favor del departamento, para que venga la plata al departamento. No lo veo; me parece que es un sueldo al santo botón, de los dos legisladores, en realidad. Todos los que estamos acá cobramos mucho menos que ellos”, reclamó, refiriéndose a los diputados Javier Umpiérrez (Frente Amplio) y Mario García. Elola luego la complementó y dijo que ninguno de los dos legisladores habían presentado proyectos y que no habían llevado ninguna industria, ni empresas ni inversión a Lavalleja. Peña entiende que la Lista 59 la ataca porque no asume que perdió las elecciones.

Inzaurralde explicó que no lo habían incluido en planillado porque Daniel Escudero, el edil oficialista (Lista 51) que integra la Comisión de Presupuesto, había sugerido que no incluyeran números en el articulado, ya que podía haber corrimiento de subtotales. Agregó que el TC no observó el artículo porque tampoco tenía el planillado. “En el mensaje presupuestal no nos enviaron el planillado de salarios base para hacer comparativo, esa información la proporcionó ADEOM. Ellos nos proporcionan salarios vigentes en julio de 2017 y pudimos hacer un comparativo entre julio de 2017 y enero de 2018, de esa manera pudimos captar lo que estaba pasando; si no, no te das cuenta”, comentó.

La edila cuestionó que Peña quisiera aumentarles el sueldo a los cargos de confianza entre cinco y nueve veces más que lo que se le aumentó al resto. Inzaurralde consideró que para ella las elecciones fueron un triunfo, porque apenas perdieron por 300 votos, y dijo que la JDL no tiene la culpa de que la intendenta haya generado esos aumentos. “Son conflictos evitables. Es sistemático en esta persona [Peña] porque genera conflictos que son evitables, y en lugar de abrazar el sistema político en un momento en el que no puede ser reelecta, genera choques, confrotaciones y desconoce a la JDL, tiene rispideces, se le van directores, no sabe trabajar en equipo... Es fácil echarles la culpa a los demás”.