A comienzos de esta semana surgieron algunos indicios de que podría haber un acuerdo entre la mayoría de los sectores del Frente Amplio (FA) y la Liga Federal (LF) para reformar la Caja Militar. Ayer, el presidente de la República, Tabaré Vázquez, convocó a la residencia de Suárez y Reyes a Darío Pérez, el líder de la LF, para abordar el tema. “Tabaré lo invitó porque lo que el compañero Darío necesita es un poco de atención. Eso en el FA todo el mundo lo sabe: él habla de los principios, la dignidad, la justicia, pero todo lo que necesita es que le den un poco de pelota. Es como un corrupto al que en lugar de darle plata hay que hacerle unos mimitos. Si uno lo piensa bien, en realidad es todo muy tierno”, aseguró una fuente del oficialismo. Pero dentro de la LF hay quienes consideran que Pérez emprendió un “camino peligroso”. “Está bien que él quiera que nos respeten, que nos consulten, que no nos ignoren, pero a esta altura tengo miedo de que, como parte de su estrategia para llamar la atención, Darío empiece a hacerse pichí en la cama”, declaró un dirigente del sector. De todos modos, consideró que “él tiene problemas de autoestima y por eso a veces se siente desplazado, pero sabe que hay ciertos límites que no va a transgredir. Yo no me lo imagino tomando un puñado de pastillas para dormir para hacernos creer que se quiere suicidar, como hacen algunas personas que sienten que nadie les presta atención y por eso necesitan colocarse en el centro del mundo”.