La aparición en redes sociales de una foto en la que se ve al intendente de Salto, el frenteamplista Andrés Lima, siendo bendecido en su despacho por el pastor evangelista brasileño Valdir de Souza, generó polémica en todo el país. “Yo entiendo que Salto es un departamento que está en manos de cristianos de todo tipo y color, en el que hay profesores de secundaria que temen dar en clase la teoría de la evolución por miedo a represalias, y donde cualquier persona que sugiera que la Tierra gira alrededor del Sol corre el riesgo de ser quemado en una hoguera en la Plaza Artigas, pero estamos en un país laico y hay que respetar ciertas formas”, comentó un dirigente del Frente Amplio.

Pero el encuentro entre Lima y de Souza no sólo generó cuestionamientos relativos a la laicidad. Varios ediles de la Junta Departamental de Salto dijeron haber escuchado versiones de que la foto no corresponde a una bendición, sino a un exorcismo para hacer salir al Diablo del cuerpo de Lima.

“La ley es clara: toda forma de impeachment debe ser aprobada por el Legislativo departamental. Y acá no se votó nada, así que estamos ante una flagrante inconstitucionalidad”, declaró un curul frentista. Un compañero de bancada sugirió que este episodio “debería servir para que en el futuro los electores conozcan no sólo al candidato, sino al Diablo que llevan adentro. Si no, es como votar a alguien a una lista al Senado: se conocen dos o tres nombres, pero abajo pueden venir todo tipo de demonios”.