El viernes se divulgó la noticia de que el militar retirado Gilberto Vázquez, condenado por varios delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, violó su régimen de prisión domiciliaria. Vázquez recibió el beneficio de poder cumplir su pena en una casa de Rivera, a pesar de que en 2006 había protagonizado una fuga y un intento de fuga. El juez de la causa, Martín Gesto, negó que estuviera dándole un trato demasiado benigno al ex militar: “Es al contrario: lo mandé a la casa porque era la única manera de evitar que se escape de la cárcel. Si ya está en su casa, ¿para qué se va a escapar?”. El magistrado adelantó, de todas maneras, que a pedido de la defensa se modificará el régimen de prisión domiciliaria. “La defensa solicitó que Vázquez cumpla su pena en un auto en movimiento que esté atravesando la ciudad de Rivera en dirección a Livramento, Brasil, y le falten 150 metros para cruzar la frontera. Accedí al pedido porque considero que en esas circunstancias existe un riesgo mínimo de que se fugue a otro país”. La intención inicial de la defensa del represor era que el vehículo estuviera detenido y a 300 metros del límite entre Rivera y Livramento, pero a solicitud del ex presidente José Mujica decidieron cambiar el pedido. “Nunca se van a cerrar las heridas del pasado si nos seguimos ensañando de esta manera con los viejitos. Si se escapa a Brasil, bueno, ya va a volver. O capaz que no. Son esas brutas contradicciones del mundo contemporáneo”, declaró Mujica.