Una empresa panameña adquirió las acciones de Leadgate, la compañía propietaria de 76% de Pluna durante la última etapa de la aerolínea de bandera uruguaya. El objetivo de la compra es hacer un juicio al Estado por los perjuicios que supuestamente causó a Leadgate. “Para mí, esto es la prueba de que no hay que apostar a los aviones, ni a los trenes, ni a los barcos, ni siquiera a los ómnibus; sólo a las empresas fantasmas. Con un par de computadoras ya podés hacer negocios millonarios. Los panameños nos sacan cada vez más ventajas, y nosotros nos dedicamos a complicarles la vida a las empresas fantasmas que tanto aportan al desarrollo nacional”, se quejó un abogado de un conocido estudio de Ciudad Vieja. En el gobierno la noticia generó “cierta inquietud”, aunque existe confianza en que un “cambio radical” en el enfoque del problema podría traer una solución. “Cada vez que fracasaba un proyecto de Pluna nos concentrábamos tanto en buscar nuevas maneras de viajar eficientemente a través del espacio que se nos olvidó la dimensión temporal. Yo creo que lo más económico, en lugar de seguir invirtiendo en aviones, sería dedicar ese dinero a construir una máquina del tiempo que nos transporte hasta el origen del problema para cambiar los pasos dados”, declaró un jerarca gubernamental. De todas maneras, aclaró: “Es una maniobra riesgosa, porque, tratándose de Pluna, existe la posibilidad de tomar decisiones que empeoren el presente. Hay que tener cuidado”.