La militante nacionalista que denunció a Yamandú Orsi afirmó ayer que no actuó sola, sino que un grupo político le ofreció un lugar en la Cámara de Diputados a cambio de difamar al candidato frentista. Legisladores de todos los partidos políticos admitieron que, más allá del accionar ético y político de Romina Celeste, su presencia en la cámara baja hubiera servido para “enriquecer la calidad del debate parlamentario”. “Yo no comulgo con Romina Celeste, ni con su forma de expresarse, pero hay que reconocer que, comparada con ciertos legisladores, puntúa bastante alto”, afirmó una diputada frenteamplista. “Es una bestia, pero por lo menos es honesta. Acá está lleno de bestias que se hacen los políticos serios”, opinó, por su parte, un senador nacionalista. “Nunca vi a Romina Celeste acusando a un presidente extranjero de narcotraficante con fotos falsas ni haciendo una apología de la violación de los límites de velocidad. La verdad es que tenerla en el Parlamento hubiera sido una linda oportunidad para levantar el nivel”, afirmó un legislador colorado.
El lamento: “Si estaremos mal que a Romina Celeste ni siquiera le da para meterse con nosotros”. Dirigente colorado deprimido por las encuestas.